lunes, 20 de junio de 2011

866 - KRAUTHAMMER - LA ASIMETRÍA EN LA NEGOCIACIÓN ÁRABE-ISRAELÍ


OBAMA TRAICIONA A ISRAEL

Por CHARLES KRAUTHAMMER

Para una región que necesita buenas propuestas que ayuden a obtener la paz con inteligencia e imparcialidad, algún día:

¿Ayudó Obama? ¿Y la Comunidad Internacional? En este texto encontramos la veracidad que hace falta para entender por qué todos no han hecho más que complicar las cosas.

ANA


En cada negociación árabe-israelí se da una asimetría fundamental: Israel cede territorio, bien tangible donde los haya, mientras que los árabes se dedican a hacer promesas que pertenecen al orden de lo efímero.

Tradicionalmente, Estados Unidos se dedicó a apurar a Israel a que asuma riesgos en pro de la paz. A cambio, se comprometió a velar por la seguridad y las necesidades diplomáticas del Estado judío.

Al amparo de garantías tan solemnes, Israel procedió a retirarse de Gaza. Para reducir riesgos, el presidente George W. Bush prometió que América apoyaría que Israel absorbiera los principales bloques de asentamientos en cualquier acuerdo de paz, se opondría a la vuelta a las fronteras de 1967 y seguiría firme en su rechazo al denominado derecho de retorno de los palestinos.

Durante dos años y medio, la Administración Obama se negó a reconocer y refrendar tales garantías. Y el otro día, con su intervención en el Departamento de Estado, el presidente las dejó, definitivamente, de lado  ya que proclamó que el conflicto árabe-israelí debe resolverse sobre la base de las líneas de 1967 y “con intercambios mutuamente acordados”. Nada nuevo en esto, dijo Obama tres días más tarde. “Por definición, eso quiere decir que las propias partes -israelíes y palestinos- negociarán una frontera diferente” a la de 1967.

Pues no. No quiere decir eso. Ni nada que se le parezca. “Mutuamente” significa que ambas partes deben estar de acuerdo. ¿Y si no lo están? Entonces, por definición, volvemos a las líneas de 1967. Tampoco se trata de una mera disputa teórica. En tres ocasiones se ofreció a los palestinos esa misma fórmula, 1967 + intercambios: en Camp David (2000), en Taba (2001) y en las negociaciones que celebraron Olmert y Abbas en 2008. Y siempre respondieron diciendo "no" y abandonando las negociaciones. Hoy siguen en lo mismo: en las líneas de 1967. De hecho, en septiembre acudirán a las Naciones Unidas con el objetivo de persuadir al mundo que las ratifique instaurando un Estado palestino en las fronteras del 67. Cero intercambios.

Fíjese de qué forma minó Obama la posición israelí. Exige a Israel que emprenda las negociaciones renunciando, de antemano, al territorio que conquistó en 1967, su única moneda de cambio.

Recuerde que la demarcación del 67 atraviesa la propia Jerusalén. Así que, para empezar, el punto de partida daría por hecho que el Muro de las Lamentaciones y hasta el Barrio judío de Jerusalén son palestinos, territorio no israelí, por el que Israel debería negociar.

La mera idea que el Barrio judío de Jerusalén y el lugar más sagrado para el judaísmo sean extraños a Israel es absurda. Y el sostener que, para conservarlos, Israel debe renunciar a otras porciones de su territorio es algo grotesco.

Obama también cambió las reglas del juego en lo relacionado con el denominado "derecho de retorno". Inundar Israel con millones de árabes supondría la destrucción del único Estado judío del mundo y la creación del vigésimo tercer Estado árabe y el segundo palestino (ahí está Jordania), que no es, en verdad, lo que queremos decir cuando hablamos de “la solución de los dos Estados”. Esa es la razón por la que Washington se opuso siempre, y con firmeza, a ese derecho.

En su intervención en el Departamento de Estado, Obama se negó a reafirmar tal postura, y volvió a hacerlo tres días después, en un discurso rectificatorio. En vez de modificar, lo que hizo Obama fue decir que Israel tiene que negociar con los palestinos el derecho de retorno después de haberles cedido hasta el último centímetro de territorio. Díganos, señor Obama, ¿negociar con qué?

FUENTE: CIDIPAL-OBAMA TRAICIONA-31/05/11

FUENTE: LIBERTAD DIGITAL

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CIDIPAL: RECONOCIMIENTO PREMATURO DEL ESTADO

CONCLUSIÓN:

"Si el objetivo de la comunidad internacional es producir un final real y duradero del conflicto debería alentar un acercamiento bilateral de común acuerdo. Las iniciativas impuestas de manera unilateral llevarán a las partes (no a aproximarse sino) a alejarse aun más."

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