lunes, 23 de febrero de 2009

301- CONOCIENDO A LIBERMAN Y SUS PROPUESTAS


¿QUIÉN ES, EN REALIDAD, AVIGDOR LIBERMAN?

El perfil del líder de la tercera fuerza política en Israel, de quien se sabe muy poco, pero se habla mucho

por Leandro Fleischer

Avigdor Liberman, líder del partido político "Israel Beyteinu" ("Israel Nuestra Casa"), se ha convertido en una de las principales figuras de la política israelí. En las últimas elecciones ha obtenido 15 bancas en la Knesset (Parlamento israelí) y ha quedado como tercera fuerza detrás del partido centrista "Kadima" ("Adelante") con 28 bancas y del derechista "Likud" ("Unión") con 27.

Pero ¿quién es este controvertido personaje que en poco tiempo se ha vuelto tan importante en Israel, al punto que es fundamental tanto para "Kadima" como para "Likud" para formar una coalición? Hay que recordar que el Estado judío todavía no tiene un nuevo Primer Ministro, ya que para llegar a serlo, uno de los partidos que más votos obtuvo tiene que formar una coalición con 61 diputados por lo menos, pues en el Parlamento hay 120 bancas. El otro deberá decidir si encabezará la oposición o se unirá a la coalición.

Liberman nació en Moldavia, en la ex Unión Soviética. A la edad de 20 años emigró a Israel, donde hizo el servicio militar y estudió Ciencias Políticas y Relaciones Internaciones en la Universidad de Jerusalén.

Ha comenzado del lado de Benyamin Netanyahu en las filas del "Likud" y después creó su propio partido, "Israel Beyteinu". Siendo, al principio, una fuerza pequeña, se unió con otros partidos de derecha. Sin embargo, con el tiempo su popularidad fue creciendo y de cuatro mandatos en su primera elección, ha pasado a once y, en esta última votación, quince. Además de diputado, ha sido Ministro de Transporte durante el gobierno de Sharón y Ministro de Asuntos Estratégicos, para el de Olmert. Sin embargo, Liberman, abandonó el gobierno poco tiempo después.

Lo que llega a los medios de comunicación acerca de Avigdor Liberman no es real. Las malversaciones acerca de las propuestas o dichos del diputado, son tan grandes y notorias que llegan a ser mentiras. En este artículo no quiero defender a Liberman, sino aclarar cuáles son sus ideas y cuál es el verdadero perfil de este polémico político.

Liberman es acusado de racista, fascista y extremista de derecha. También aseguran que su intención es echar a todos los árabes y de causar un genocidio en los territorios palestinos. Nada de esto es cierto.

¿Por qué no es racista? Porque nunca ha expresado odio hacia los demás por el simple hecho de pertenecer a otro pueblo o religión.

¿Por qué no es fascista? Porque el fascismo es una ideología totalitaria que propone una economía dirigista. Sin embargo, Liberman, es un demócrata capitalista y liberal.

¿Por qué no pertenece a la extrema derecha? Porque algunas de sus ideas son idénticas a las de la izquierda y propone todo tipo de soluciones para llegar a la paz, o en su defecto, tranquilidad. Eso no es ser extremista.

Veamos cuáles son sus propuestas más importantes:

- Fijar, de una vez por todas, las fronteras del Estado de Israel ¿Cómo? Sin mover a nadie de su casa ni de su tierra, como muchos piensan. Lo que propone es un cambio de territorios. O sea, muchos poblados árabes que están dentro del Estado de Israel bordeando la "línea verde" (una especie de frontera entre el Estado judío y los territorios palestinos), pasarían a formar parte de un futuro Estado palestino y los asentamientos con grandes densidades de población judía dentro de Cisjordania, quedarían del lado israelí. Al contrario de lo que se oye, los que abandonarían tierras serían los judíos que viven en los pequeños asentamientos y ningún árabe deberá dejar su hogar. Lo único que perderían los árabes sería la ciudadanía israelí, pues pasarían a ser palestinos en todo sentido. La propuesta es interesante, por lo menos para el debate, ya que propone un Estado palestino más grande aún del que reclama hoy en día la Autoridad Palestina (el Hamás sólo quiere el exterminio de los judíos, no quiere negociar, por lo que no entra en este reclamo).

Analicemos este punto de la siguiente manera: la mayoría de los árabes israelíes se consideran palestinos. Ellos, los palestinos que viven en Gaza o Cisjordania y el mundo, presiona para formar el "Estado de Palestina" o como sea que quieran llamarlo.

La propuesta de Liberman, lejos de ser extremista, parece buscar, de manera seria, una solución al conflicto con la creación de dos Estados, la cual es una idea del centro y la izquierda en el mapa político israelí y, también, de la Autoridad Palestina. Pero entonces ¿por qué es rechazada? Pues no importa cuán palestino se sienta un árabe israelí y cuán identificado con la "causa palestina" esté (quien escribe cree que el problema de esta causa es Irán, Siria, Hizballah, el Hamás y no Israel), de ninguna manera quiere perder la ciudadanía israelí, pues perdería todas las riquezas y libertades que le ofrece el Estado judío y serían negadas en el futuro gobierno palestino, más aún si suben al poder los opresores teocráticos y Yihadistas del Hamás.

Todo aquel que odie al Estado de Israel, creo que debería dejar la nacionalidad de manera voluntaria, pero claro, los beneficios que tienen gracias a ese país, pueden más que su ideología de odio.

- Dividir Jerusalén. Esta idea es una de las bases de la izquierda y sí, sin embargo, también de Liberman. En la parte oriental de Jerusalén, casi ni viven judíos. Caminar por allí es tan peligroso para un judío como caminar por Ramallah (ciudad más importante en Cisjordania, donde se encuentra el Parlamento). Todos los residentes tienen el "Documento Azul" (nombre que se le da a la cédula israelí). Incluso muchos terroristas gozan del mismo.

La división de Jerusalén es uno de los más importantes reclamos de la AP.

- Pedir fidelidad al Estado. Este es, quizás, uno de los puntos más polémicos de Avigdor Liberman. Pero creo que cualquier país que tenga dentro de su territorio gente que apoye, ayude o realice terrorismo en contra suyo, se apresuraría para tomar medidas de este tipo.

¿Cuál es el problema de pedirle fidelidad a los ciudadanos? Si nos guiamos por los dichos de los diputados de los partidos árabes del Parlamento israelí, veremos que, concordemos o no, no es una locura hacerlo. Aquí algunas frases de estos políticos: "Los palestinos deben secuestrar soldados israelíes", "Estoy orgulloso del Hamás y de todo aquel que lo apoye", "El Hizballah tuvo que secuestrar dos soldados por estupidez israelí", "Estoy preparado para ser un "Yahid" (terrorista suicida)", "que vivan los Yahid", etc, etc, etc. Todo estos personajes reciben entre 27 y 35 mil shekels por mes aproximadamente, salvo los jubilados quienes cobran unos 7 u 8 mil ¿Está mal pedirles fidelidad? ¿Qué otro país en el mundo tiene enemigos dentro de su propio Parlamento y les paga semejantes fortunas? Otro ex diputado llamado Bashara está acusado de colaborar con el Hizballah durante la Segunda Guerra del Líbano. En vez de declarar, huyó a Jordania y hoy está en el Líbano. Sin embargo, el gobierno israelí le sigue depositando 8 mil shekels por mes.

A esto hay que agregar las marchas en favor del Hamás, en pleno conflicto con la organización terrorista, realizadas en algunos poblados árabes.

Vivir con enemigos dentro de las fronteras es peligroso para cualquiera y para la existencia de un Estado. No debería haber enemigos, pero si los hay y quieren destruir el país donde residen, por razones religiosas o ideológicas, entonces, por lo menos, que estén afuera y no adentro disfrutando de los mismos derechos que otro ciudadano trabajador y leal tiene.

En los demás países del mundo, una traición se paga con prisión en las Democracias y con la muerte en las Dictaduras. Sin embargo, a pesar de que todos estos diputados, además de todo lo dicho anteriormente, se reunieron con líderes de gobiernos y organizaciones terroristas hostiles a Israel, siguen gozando de ciudadanía, sus bancas en el Parlamento y jugosos sueldos ¿Se conoce alguna situación parecida en otro país? Por lo menos yo, no supe de ninguna.

- Pasar del "asunto palestino" al "asunto iraní". O sea, Liberman considera que la fuente del terrorismo anti-israelí es el gobierno islámico fundamentalista y totalitario de Irán. Asegura que sin él, no existiría ni Hamás ni Hizballah, etc, por lo que las fronteras del país estarían mucho más seguras. Y, por supuesto, afirma que es fundamental frenar a la dictadura fascista iraní de obtener bombas atómicas, ya que el opresor Ahmadinejad llama a "borrar a Israel del mapa".

Israel es el único país judío del mundo, en el cual los judíos encontraron refugio de las persecuciones en Europa y en el Medio Oriente. Su tamaño es minúsculo y su voluntad de llegar a la paz, aunque tenga que achicar aún más su territorio, es mayúscula. En este Estado no se persigue a nadie por su religión, color o ideas. Sí deben tomarse medidas de seguridad, como lo haría (y hace) cualquier país del mundo y más cuando su existencia viva amenazada por locos extremistas. He llegado a escuchar que Israel debe sacar, incluso, los puestos de seguridad ¿Para qué? ¿Para que los terroristas que quieren "tirar a los judíos al mar" cumplan con sus amenazas? Pueden esperar sentados.

Liberman quiere que Israel siga siendo un Estado judío y democrático ¿Es, acaso, esto repudiable? ¿Los judíos le piden a Turquía o Argelia que retiren el símbolo musulmán de sus banderas o que cambien sus himnos o no reconocen a Arabia Saudita como un Estado Islámico? Entonces ¿por qué Israel tiene que pedir disculpas por ello si se respetan los derechos de todos sus ciudadanos?

No podemos negar que hay muchísimos árabes israelíes que se oponen al terrorismo, a los diputados que dicen representarlos en la Knesset, que festejan "Iom Haatzmaut" (día de la independencia de Israel), que cantan el himno y que se sienten orgullosos de pertenecer a este país. Liberman no quiere retirarle a ellos la ciudadanía, bajo ningún punto de vista.

En las filas de "Israel Beyteinu", hay un recién electo diputado druso. Los drusos conforman una población minoritaria en Israel, así como en Jordania, Líbano y Siria. Su lengua madre es el árabe, se consideran musulmanes y, algunos de ellos, árabes también. Este pueblo se originó en el siglo diez, a raíz de una división en el Islam. Los que habitan en el Estado judío se consideran israelíes en todo sentido, incluso hacen el servicio militar y llegan a ser oficiales con altos rangos. Este diputado apoya contundentemente la propuesta de "sin lealtad, no hay ciudadanía"

El modo de expresarse de Avigdor Liberman es muy directo y, por momentos, no muy "político". Quizás por esa razón, lo acusen de extremista. Pero se ha llegado a decir que Liberman dijo que hay que "hacer con los palestinos lo que Estados Unidos hizo con Hiroyima y Nagazaki en la Segunda Guerra Mundial". Falso. Se refería al Hamás. No utilizó el término "palestinos", sino "Hamás". Destruir a este grupo terrorista es algo que, incluso, muchos palestinos quieren.

El método que quiere implementar en Israel Liberman (lo ha dicho en varias oportunidades) es el chipriota, o sea, cuando se dividió a la población griega y turca. Este sistema, dice el político israelí, no fue fácil de implementar y un tanto dramático en su realización, pero el resultado a la larga fue el fin de la violencia. Aparentemente, según Liberman, la convivencia entre ambos pueblos "bajo un mismo techo" es conflictiva, por lo que propone realizar una división (aunque no absoluta) sin echar a nadie, como he afirmado anteriormente. Los críticos de esta postura dicen que Chipre no es Israel y cada país merece su propio análisis y deben tomarse decisiones según la realidad interna y nada más. Puede ser cierto, puede que no. Puede que los opositores a Liberman tengan buenos argumentos para refutar las propuestas del polémico político o puede que el líder de "Israel Beyteinu" esté más acertado. Pero esto ya entra en un terreno de interpretaciones y opiniones personales, totalmente respetables. Lo que no se puede entender son las mentiras dichas acerca de su persona o de sus dichos.

Liberman falla a la hora de la propaganda. Su estilo habitual de no responder a las críticas infantiles que se le realizan como "fascista", "racista" o "extremista", genera que el mundo se lo crea (incluso varios israelíes). Si bien es cierto que la técnica de ignorar acusaciones infundadas y facilistas es, a veces, positiva, creo conveniente que en este caso, habrá que responder con altura y sin exagerar ni atacar verbalmente. Me parece que si Liberman quiere limpiar su nombre, deberá tomar medidas en este asunto de manera urgente. De lo contrario, no creo que vaya a superar los 15 mandatos nunca.

Ahora bien, el mundo critica a la derecha israelí y se indigna cuando les va bien en las elecciones. Sin embargo que haya ganado el grupo terrorista Hamás que llama al exterminio de los judíos, lo consideran un digno acto democrático. De todos modos, la Comunidad Internacional olvida que los que siempre trajeron paz o tranquilidad a Israel fueron líderes de los llamados "duros". Menahem Begin del partido Likud, por ejemplo, firmó la paz con Egipto a fines de los años 70. Rabin, si bien pertenecía a "Avodá" (un partido izquierdista), no era reconocido como un "blando" o una "paloma", sino hasta los tratados de Oslo en el 93 con Arafat y firmar la paz con Jordania en el 94. Lamentablemente, Rabin, fue asesinado por un extremista judío. Sharón, fue uno de los principales opositores a los acuerdos de Oslo y, sin embargo, como Premier israelí, desalojó la Franja de Gaza y algunos asentamientos de Cisjordania, habló acerca de la creación de un Estado palestino, se reunió en reiteradas posibilidades con el líder de la AP, Abú Mazen y hasta formó un partido político centrista (Kadima). Por lo tanto, los enemigos de Israel son los que deciden a los líderes del Estado judío. Siempre que hubo esperanza para la paz, la izquierda y el centro (los supuestos encargados de encabezar las negociaciones por la paz) se adjudicaban la mayoría de los votos para poder seguir con las conversaciones. No obstante, cuando los terroristas arruinaban todo proceso o avance hacia un Medio Oriente sin violencia, la derecha volvía al poder, pues la gente se cansaba de ofrecer una mano para la paz y que les claven un cuchillo por la espalda. Por esta razón, sólo los "duros" han alcanzado la paz.

Actualmente la situación no es una excepción. Después de retirarse de Gaza y de algunos asentamientos de Cisjordania y de querer seguir negociando más retiradas a cambio de paz, los terroristas no cesaron de arrojar misiles ni de realizar atentados suicidas, secuestraron tres soldados (uno en Gaza y dos en el Líbano), declarándole de esta manera, dos guerras a Israel. Toda esta caótica situación generó mucha rabia en la población israelí y el "Likud" pasó de 12 mandatos en la elección anterior a 27 en la última ¿Queda alguna duda de quién elige a los líderes en Israel?


FUENTE: EL RELOJ

COMENTARIO:

La política interior israelí es más complicada de lo que puede imaginarse porque intervienen muchísimos factores que uno no pretende entender. Me parece que en toda la región la política es muy difícil de entender porque la temática religiosa tiene mucho peso. De este político se sabe muy poco y este artículo nos explica por qué en esta elección fue la tercera fuerza. ¿Es tan extremista como lo pintan?

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