sábado, 7 de febrero de 2009

288 - LA PROBLEMÁTICA DE MEDIO ORIENTE


ENSEÑAR LA VERDADERA HISTORIA


Hace años que vemos infructuosos intentos por acercar a dos pueblos que desde antes -y mucho más después- de la creación del Estado de Israel se alejan más y más de una convivencia pacífica. Yo me lamento por el espectáculo que veo, países, analistas políticos explicando y exponiendo cómo podría lograrse, todos empeñados en alcanzar un imposible. Porque las cosas son como son y no como uno querría que fueran. Ver a Condolezza Rice y Tzipi Livni corriendo de un lado al otro en encuentros de los que uno sabía que no llegarían a nada daba lástima. Ni hablar de la reuniones de Olmert con Abu Mazen, donde hablarían de sus hijos y nietos pero que nunca podrían ponerse de acuerdo en nada, los dos querían cosas opuestas y en realidad ninguno tenía respaldo para hacer algún tipo de arreglo. Era increíble tanto esfuerzo que sólo podía servir para llenar espacio en los medios de cómo no se había llegado a nada. Eso lo hemos visto por años y sin embargo se insiste como si la realidad no nos indicara que ese camino no lleva a ninguna parte.

Se toma el ejemplo de Egipto y Jordania que llegaron a acuerdos de paz con Israel y se los quiere comparar con un pueblo que ocupa un territorio pero que ha hecho todo lo posible para no poder ser dueño de su destino. Los planes para su futuro no son los de cualquier nación de la tierra, trabajar, producir y engrandecerse sino que dirige todos sus esfuerzos a lamerse las heridas por lo perdido que ya nunca recuperará, y odiar y combatir al presunto culpable de los errores cometidos cuando no aceptó la partición. Esta es la realidad que viven los árabes de la que fue Palestina y pertenece al pasado, a un pasado al que no se puede volver.

No fue Israel quien los atacó sino que fue atacado y venció. A partir de este hecho irrefutable deviene toda la problemática de la región. Salvando las distancias, es como si México se empeñara en combatir a EE.UU. por toda la tierra que le robó, que ni siquiera es el caso de Israel. Ante una población enemiga siempre tendrá que esforzarse en defenderse porque el antagonismo es insalvable y el propósito de los árabes está claro, destruir a Israel y apoderarse de todo el territorio. ¿Podría cualquier nación de la tierra permitir que esa población enemiga tuviera la más mínima posibilidad de lograr ese objetivo? Nunca lo permitirán y es bastante lógico, si los árabes palestinos no se fijan otros propósitos Israel no cambiará su actitud de autopreservación y no los dejará armarse. Es así de fácil y racional, cualquiera debería comprenderlo.

¿Por qué subsiste en el espíritu del árabe palestino esta convicción de haber sido expoliado por Israel? Porque eso es lo que se les ha enseñado desde siempre. Miran cuanto daño les fue hecho en una guerra que ellos desencadenaron pero son incapaces de ver todos los errores y daños que ellos cometieron sin recapacitar sobre la forma en que su destino podría cambiar.

Es fácil verlo desde afuera pero muy difícil de comprenderlo desde adentro cuando sus líderes, sus intelectuales, sus historiadores, sus maestros les enseñan una historia tergiversada. Se sienten sojuzgados por un Israel que no puede bajar la guardia, eso es todo y no más que eso, ningún país actuaría de otro modo si estuviera rodeado por una población hostil que reclama lo que ha perdido por su exclusiva culpa hace mucho tiempo.

Lo doloroso es ver como la inteligentzia de la izquierda mundial los usa como peones en una guerra contra el "pequeño satán" y se alía con lo más retrógrado que ofrece el islamismo fanático que los usa por otras razones: liberar el suelo musulmán ocupado por el odiado pueblo judío. Todos les mienten pero ellos no se dan cuenta que su única posibilidad de liberación e independencia es aliarse con un pueblo exitoso y trabajador que sólo pretende de ellos una relación mutua de respeto a su cultura e individualidad.

La solución de este conflicto no vendrá porque se entiendan los adultos, no será posible, el futuro de libertad para el pueblo palestino vendrá de la educación e interrelación de las nuevas generaciones de ambos pueblos. Cuando los chicos aprendan la maravilla de tener un futuro para disfrutar la vida y no la muerte propia y ajena. Cuando dejen de ser peones de este juego de ajedrez político y religioso donde se los sacrifica como piezas de poco valor pero que sirven a los propósitos de las ideologías y de los delirantes.

Por ahora es una utopía, pero en esa locura total de la región es lo más realista, proponerse objetivos a largo plazo, integrarse en una historia que es común, porque la historia que debe enseñarse y compartirse no es la de buenos y malos, víctimas y victimarios, vencedores y vencidos, sino la verdad y con ella continuar el camino sin mirar hacia atrás, acompañándose y forjando un futuro pacífico posible para ambos pueblos.-


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