THE NOOSE AROUND ISRAEL´S NECK (ESPAÑOL)
EL LAZO ALREDEDOR DEL CUELLO DE ISRAEL
Por DANIEL GREENFIELD
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
Israel está siendo colgado en un patíbulo público erigido en base a pretextos de las Naciones Unidas con yardas de sogas alegremente proporcionadas por el mundo musulmán. Pero en su mayoría los verdugos son occidentales, quienes todavía piensan que la turba musulmana a sus puertas podrán ser pacificadas con la muerte de una única victima.
Hay tres cosas que se pueden hacer cuando se está por ser colgado. Usted puede caminar orgullosamente, recitar una gloriosa línea o dos para incorporar su martirio a la memoria histórica, y luego permitir que se lo cuelgue. Los judíos tienen un extenso cúmulo de experiencias con ese tipo de martirio.
Como alternativa, usted puede abogar por su caso en el camino hacia el cadalso argumentando que se ha cometido un error, que su caso ha sido tratado de forma inapropiada, rogando porque alguien lo escuche y haga algo. Esto también terminará en un colgamiento. Pero también es el ahorcamiento de un esclavo sin siquiera una pizca de dignidad que lo acompañe. Un hombre que muere rogando a sus asesinos y pone su fe en la honestidad de los mentirosos e hipócritas, de quienes sus propios crímenes hace lucir a los suyos como virtudes, es un tonto cobarde.
Porque en realidad hay una sola cosa que se puede hacer cuando se coloca una soga alrededor de su cuello. Resistir. Una soga funciona apretándose sobre su cuello cortándole el aire o rompiéndole el cuello. Si usted resiste al efecto de la soga es probable que pueda sobrevivir. Por otro lado, si usted sigue todos los procedimientos, si usted permite que se aten sus manos detrás de su espalda y que la soga sea ajustada alrededor de su cuello confiando en que el sistema hará lo correcto por usted, su muerte será inevitable.
Durante diez y siete años Israel ha estado caminando hacia el cadalso. Sus líderes lo han llevado allí por medio del aro en la nariz de las garantías internacionales. Su gente ha sido llevada allí negándose a ver qué les espera adelante, inclusive cuando se estaba limpiando la sangre en las calles. Cada tentativa por alcanzar una solución pacífica, cada concesión y demostración de buena fe, sólo apretó las cuerdas alrededor de sus manos y el lazo soga en su cuello.
Esto es así porque cada concesión que hizo Israel, ha restringido más no sólo su capacidad de defenderse, sino inclusive su capacidad de hacer algunas cosas básicas como construir casas residenciales en la capital de su propia nación. Cada gesto y acuerdo que Israel ha firmado lo han obligado a cumplirlo con términos cada vez más restrictivos. Y ninguno de ellos trajo alguna paz. Todo lo que se logró es poner el obstáculo más alto para la nueva ronda de concesiones exigidas por el enemigo, sus ayudantes y cómplices en la próxima fase de negociaciones.
Esto no es un proceso de paz, y nunca lo fue. Es un linchamiento público. Es el linchamiento de un país cuyo único crimen verdadero es que su existencia ofende el fanatismo religioso y prejuicios de mil millones de musulmanes que controlan gran parte del petróleo del mundo y cuyos seguidores están dispuestos, a la menor ofensa, a causar disturbios y matar en las calles de casi cualquier ciudad importante del mundo.
El linchamiento se inició como un juicio en el que el asesino llevaba un traje fino y su víctima se sentó en el banquillo con un traje color naranja. Todos los días durante el juicio, al asesino se le permitiría abandonar la sala para volver a matar. Y todas las tardes regresaría a la sala del tribunal con las manos ensangrentadas que el juez y los jurados pretenderían no ver. Y si la víctima se atrevía a llamar la atención sobre sus manos ensangrentadas, sería silenciada y se le diría que esos asesinatos también eran su culpa. ¿No había sido ella, después de todo, la que provocó al asesino para que los cometiera?
Ahora el proceso está llegando a su fin. La farsa de que el procedimiento nunca tuvo nada que ver con la paz se está desentrañando. Y podemos dar gracias a Hamas y a Obama por eso. El final está muy claro. La anulación de ese "error" que permitió a las más antiguas y perseguidas minorías de Medio Oriente reclamar por poco tiempo a su patria de la tiranía de califas y sultanes musulmanes. Para que sirviera como una patria para sus hermanos perseguidos de oriente y occidente. Desde el sur y desde el norte. Ese error.
En un año en el que el régimen iraní violó y asesinó a los manifestantes después de una elección robada. En que China y Corea del Norte continúan torturando y asesinando a los disidentes políticos. En que Arabia Saudita y Dubai viven a costa de los trabajadores esclavos del Sudeste asiático. En que Chávez de Venezuela continúa cerrando medios de comunicación independientes y encarcelando a opositores. En que Turquía sigue reteniendo a miles de presos políticos kurdos mientras sigue ocupando Chipre. En que Rusia sigue desmantelando la democracia y asesinando a periodistas. En que Sudán continúa perpetuando el genocidio y el resto del mundo asiente con la cabeza tristemente, pero sigue con sus negocios como de costumbre. En ese año, Israel es el principal culpable de los actos que se reportaron como cobardes, haber asesinado a un líder terrorista de Hamás en Dubai e interceptar a una flotilla que proveía ayuda y confort a Hamas. Cada país, incluyendo las naciones de esta lista, apresuran sus condenas y exigen que Israel sea considerado responsable. ¿Responsable de qué? Por negarse a ser linchado.
Cada vez que Israel trata de ser complaciente, en su lugar da un paso que lo acerca más a la horca. Permite que el lazo se apriete alrededor de su cuello. Y cada vez que eso sucede, tiene que luchar más duramente por aire. Finalmente, si las cosas siguen así, ya no habrá más aire. Sólo una figura triste meciéndose en el viento caliente del este que viene del desierto. Y gritos de "Ibtach al Yahood" (matar a los judíos) entre los escombros de las ciudades y los jardines de Jerusalén, Haifa, Tel Aviv y Ariel.
Israel no puede sobrevivir siendo complaciente con una turba enardecida. Sólo sobrevivirá si tiene el coraje de desafiarla. Cuando la comunidad internacional a instancias de la turba musulmana dicta los parámetros de la supervivencia de Israel, es preciso ampliar esos parámetros empujando a través de ellos hacia el lado opuesto. Si ellos quieren reconocer a los terroristas, entonces matamos a esos terroristas. Si quieren romper el bloqueo de Gaza, entonces retomamos Gaza. Si desean crear unilateralmente un estado palestino, entonces anexamos esos territorios. La complacencia es un lazo. La rebelión es aire de libertad. Cada vez que Israel se repliega, se lo condena. Cuando avanza, también es condenado, pero se amplía su libertad de acción.
El mundo siempre condenará a Israel, independientemente de sus intenciones. Pero como cualquier forma de insulto, esas condenas sólo obtienen poder cuando Israel permite que sus acciones sean dictadas por ellos. Israel no es condenado por lo que hace. Es condenado por un patrón de enfermos de fanatismo islámico, radicalismo de izquierda y dhimmitud internacional que convergen en un solo lugar. Este es un patrón de odio que no se puede deshacer. Sólo se lo puede ignorar.
Cuando se escuchan las amenazas y burlas de los que nos aborrecen, se les da poder sobre uno mismo. Si se intenta acomodar nuestro comportamiento para ganar su favor, su torrente de odio por uno no hará sino crecer. Porque no es nuestro comportamiento lo que ellos odian, sino que nos odian a nosotros. Si demostramos debilidad, los invitamos al ataque. Al dar a nuestros enemigos poder sobre nosotros, todo lo que logramos es que ellos entren en un loco frenesí en razón de nuestra vulnerabilidad. Si tomamos este camino, seremos esclavos o cadáveres. Un esclavo si somos de utilidad estando vivos. Un cadáver, si no lo somos. De cualquier manera hemos puesto la cabeza en el lazo que hicieron para nosotros.
Israel no puede seguir así. Ningún país podría por mucho tiempo. Sin embargo, lo hace, marchando hacia la horca, mientras protesta porque se ha producido un terrible error aquí. Pero no hay ningún error. Ninguno en absoluto. Los verdugos asienten con simpatía y prometen investigar, al tiempo que atan sus manos detrás de su espalda. Es una farsa y todos lo saben, excepto el más tonto entre la turba y los condenados.
Pero al igual que el condenado que en la anécdota se opone a que le venden los ojos cuando está programado para ser ejecutado, seguimos siendo apercibidos de que no debemos causar problemas. Vaya en silencio. Respire hondo. Pronto todo habrá terminado. ¿Qué dirá el mundo, si nos resistimos? Exactamente lo que el mundo dice ahora. Que somos el matón del barrio. Los alborotadores que son la causa de todos los problemas de las naciones de Medio Oriente que de otro modo serían pacíficas. El gusano en la hermosa y saludable manzana por otra parte cubierta de tiranías musulmanas.
Cada amenaza que se ha hecho ocurrió cuando Israel hizo concesiones, no porque se negara. Cada vez que Israel ha elegido el camino honesto, sus enemigos lo han emboscado desde un camino deshonesto. Ya es tiempo de despertar y comenzar a aprender algunas lecciones. Se ha ajustado la soga. Y la nación está jadeando por aire. Ese soplo de aire era Jerusalén. El próximo será Galilea. ¿Y luego qué? ¿Cuántas más respiraciones son las que nos quedan antes de ahogarnos y morir?
Antes de Oslo, Israel era amenazado por medio del terror si no cumplía. Pero cumplió y el terror se multiplicó. Y si no seguía negociando, era amenazado con el aislamiento internacional. Entonces negoció. Dio. Y de todos modos se lo aisló. Fue amenazado con el boicot, dio, pero de todos modos se lo boicoteó. Ahora amenazan con el reconocimiento unilateral de un Estado palestino. Seguido por una solución de un estado. Seguido por una intervención internacional. Soga, horca y todo lo demás. ¿Alguien cree que todos esto no ocurrirá de todos modos, si Israel le da a Abbas y a los compinches terroristas de su propio estado oficial con capital en Jerusalén?
Ningún compromiso ha funcionado hasta ahora. Lo que significa que ningún otro funcionará. Un proceso en el que una de las partes se compromete repetidamente y la otra repetidamente amenaza y toma, no es un proceso sino un asalto. Si un hombre amenaza con un arma, entonces se podría pensar que es posible comprarlo. Hasta que él vuelve una y otra vez. Entonces ya no es más una amenaza, es un proceso. Israel se encuentra en ese proceso, o más bien está siendo procesado. Al final del proceso está la muerte. Si se presta atención sólo a la pistola, y no al patrón de las amenazas, es posible que siga rindiéndose, hasta que haya renunciado a su casa, su esposa y sus hijos, y que no le quede nada más que su vida. Y entonces eso también se perderá. Esa es la naturaleza del proceso. Para sobrevivir no se debe mirar sólo el arma, sino al proceso del que forma parte.
El mes pasado debería haber sido una enseñanza definitiva. Un nefasto testamento por el hecho que aún cuando Israel se retiró de Gaza, permitió a Hamás controlarla, y no hizo más que impedir que Hamas tuviera acceso desde el exterior, el mundo está gritando como si Israel hubiera llenado al país con tumbas de punta a punta, como las que tiene Sudán, Irán o algunos de los otros miembros y ex miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Eso es justicia ahora. Eso es un linchamiento. ¿Y qué hace Netanyahu en respuesta? Lo mismo que casi todos los gobiernos israelíes antes que el suyo, retrocede con el bloqueo. Porque dándole ese bocado se apaciguará a la turba. Se calmará o no. ¿Lo hará?
Ya no estamos hablando de negociaciones. O de cualquier discusión seria sobre un Estado. Estamos hablando del mundo que se levanta en una sola voz para defender los derechos de una organización genocida, financiada por Mahmoud Ahmadinejad, cuya carta incluye las palabras: "El Día del Juicio no tendrá lugar hasta que los musulmanes combatan a los judíos (matando a los judíos), cuando el judío se esconderá detrás de las piedras y los árboles. Las piedras y los árboles dirán Oh musulmanes, oh Abdullah, hay un judío detrás de mí, ven y mátalo ". El pretexto se ha terminado y se ha colmado. Esto no es nada que se parezca a la paz. Esto es sobre muerte. Se trata de un linchamiento. Algunos vienen de buena gana. Otros piensan que no tienen otra opción. Que un solo asesinato les conseguirá la tolerancia del Islam Dar Al (la casa del islam).
Esta es la forma en que luce una soga. Estas son las horcas. Cuando sus manos están atadas, Israel pierde la capacidad de defenderse. Al apretarse el lazo, Israel muere. Sólo resistiéndose a él puede sobrevivir. Sólo luchando para liberar sus manos puede resistir. El camino de la rendición es el camino a la muerte. Y después que Israel muera sus mismos verdugos serán los siguientes. Porque el linchamiento sólo ha comenzado. Su apetito se despierta con la muerte. Su hambre sólo se agudizará con la sangre, en lugar de saciarse con ella. Y cubrirá al mundo en sangre, si no se lo detiene. Pero hora el lazo se ajusta firmemente. Sólo queda un poco más de aire. ¿Qué haremos con ese aire? ¿Reclamar justicia o luchar con todas nuestras fuerzas para arrancar el lazo?. Por ahora la elección es todavía nuestra. Cuando la soga haya hecho su trabajo, ya no lo será.-
"Bueno, las chances están en su contra y las probabilidades son escasas
Que él pueda vivir según las leyes que el mundo hace para él,
Porque hay un nudo en su cuello y una pistola en su espalda
Y una licencia para matarlo se le da a cada loco."
Neighborhood Bully, (Matón del barrio) Bob Dylan
FUENTE: SULTAN KNISH-THE NOOSE AROUND ISRAEL-16/06/10
COMENTARIO:
"Que un solo asesinato les conseguirá la tolerancia del Islam Dar Al (la casa del islam)." Esta frase lo explica casi todo, sólo que al mismo tiempo que ponen la soga al cuello de Israel, también se la están poniendo a ellos mismos.
Israel no puede hacer todo lo que necesita para sobrevivir porque hasta ahora occidente no ha comprendido de qué se trata el islam, pero está en camino de entenderlo. Este recrudecimiento del fanatismo islámico que se ceba por ahora con Israel está haciéndose ver en todo el mundo. Ya se alzan voces en apoyo de Israel, todavía no son los medios los que se hacen oír, pero es imposible ignorar que los atentados se producen en todo el mundo. Uno lee las noticias y hay muertos en todas partes, matan a los infieles y se matan entre sectas en una lucha cruenta y sin cuartel por el poder.
¿Qué expectativas puede tener Israel de alcanzar alguna paz en el futuro? Ninguna que sea cercana, habrá paz cuando los países musulmanes acepten a Israel y occidente lo apoye porque él también está amenazado, sólo que por ahora creen que con Israel se saciará su sed de poder. Que sólo se conformarán con sacar a Israel de lo que consideran territorio islámico. Pero luego está España, y ahora ya está la Zona Cero donde construirán una mezquita que pasará a ser tierra del islam. Francia ya tiene guetos donde nadie entra, son también territorio islámico aunque no lo quieran admitir, Inglaterra ya tiene la sharía. Ellos se están poniendo también la soga al cuello. Porque nadie libra una guerra por otros, occidente no la librará por Israel pero tendrá que librarla por ellos mismos y entonces se darán cuenta que necesitan a Israel.
Y claro, Israel debe mientras tanto resistir y lo hace como puede porque por ahora está solo. Lo que no va a permitir es que occidente actúe DESPUÉS QUE CAIGA ISRAEL, que sea la excusa de cualquier reacción generalizada en contra de sus enemigos. Eso ya pasó y no va a volver a ocurrir, los judíos han aprendido que lo mejor que tienen es su poder de disuasión. Y disuaden. A pesar de todas las críticas sigue protegiéndose con vallas, armas y un pueblo tranquilo pero en pie de guerra.
La guerra moderna se libra primero en los medios, llegará el momento en que los que mienten y desfiguran los hechos ya no tengan credibilidad, la realidad les pasará por encima, y ya no falta mucho. Israel no caerá.-
ANA
THE NEIGHBORHOOD BULLY
MATÓN DE BARRIO. El judío Bob Dylan lo explica muy bien.
Bueno, el matón del barrio, es sólo un hombre, Sus enemigos dicen que está en la tierra de ellos. Lo superan en número como un millón a uno, No tiene lugar para escapar, lugar para correr. Él es el matón del barrio.
El matón del barrio sólo vive para sobrevivir, Es criticado y condenado por estar vivo, No debe devolver los golpes, se supone que tiene la piel gruesa, Se supone que debe echarse y morir cuando rompan su puerta. Él es el matón del barrio.
El matón del barrio fue expulsado de todas las tierras, Ha vagado por el mundo, un hombre exiliado. Ha visto a su familia dispersada, su gente cazada y desgarrada, Está siempre en juicio sólo por haber nacido. Él es el matón del barrio.
Bueno, golpeó a una turba linchadora, fue criticado, Viejas mujeres lo condenaron, dijeron que tenía que disculparse. Luego destruyó una fábrica de bombas, nadie estaba contento. Las bombas estaban destinadas a él. Se suponía que debía sentirse mal. Él es el matón del barrio.
Bueno, las chances están en su contra y las posibilidades son bajas de que viva por las reglas que el mundo hace para él, Porque tiene un nudo al cuello y una pistola a su espalda Y a cada maniático se le da una licencia para matarlo. Él es el matón del barrio.
No tiene aliados, en verdad. Lo que consigue lo debe pagar, no lo consigue por amor. Compra armas obsoletas y no será rechazado, Pero nadie manda carne y sangre para luchar a su lado. Él es el matón del barrio.
Bueno, está rodeado de pacifistas que sólo quieren paz, Rezan por eso a la noche, que el derramamiento de sangre termine. Ahora, no lastimarían a una mosca. Si lastimaran una llorarían. Se tienden y esperan que este matón se quede dormido. Él es el matón del barrio.
Cada imperio que lo ha esclavizado ha desaparecido, Egipto y Roma, incluso la gran Babilonia. Ha hecho un jardín del paraíso en la arena del desierto, En la cama con nadie, bajo las órdenes de nadie. Él es el matón del barrio.
Ahora, sus libros más sagrados han sido pisoteados, Ningún contrato que firmó valía el papel en que había sido escrito. Tomó las migajas del mundo y las convirtió en riqueza, Tomó enfermedad y peste y las convirtió en salud. Él es el matón del barrio.
¿Qué le debe nadie a él? Nada, dicen. Solo le gusta causar guerras. Orgullo y prejuicio y superstición, en verdad, Esperan por este matón como el perro espera alimentarse. Él es el matón del barrio.
¿Qué ha hecho para tener tantas cicatrices? ¿Acaso cambia el curso de los ríos? ¿Acaso contamina la luna y las estrellas? Matón del barrio, parado en la colina, Acabando el reloj, el tiempo deteniéndose. Matón del barrio.
Publicado por L. Y. Conde
FUENTE: JUDÍOS EN EL NORTE DE SEFARAD-03/02/09
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