martes, 20 de julio de 2010

629 - EL BOICOT A ISRAEL


LA IGNORANCIA POLÍTICA DE LOS INTELECTUALES





Cuando vemos que en muchos países se están boicoteando los productos israelíes, así como se rechazan a sus académicos como protesta por las políticas del Estado israelí, salta a la vista la actitud tendenciosa de quienes juzgan de manera muy diferente según sea Israel y el resto de los países de este mundo. Se lo boicotea porque es Israel.

Nadie se atrevió a hacerlo contra Estados Unidos cuando invadió Irak, a pesar de que esos mismos países "progresistas" lo criticaron, ni tampoco les impidió enviar tropas a regañadientes, aunque no estuvieran totalmente de acuerdo. Son los mismos países que aceptan y escuchan a los líderes que se cansan de violar los derechos humanos en sus países CONTRA SU PROPIA GENTE. Nadie dejó de hacer negocios ni boicoteó a Irán, cuando fue muy claro que en las últimas elecciones que Ahmadinejad ganó, hubo fraude y persecución salvaje de sus opositores estafados.

También tienen una mirada muy comprensiva hacia movimientos juzgados por la comunidad internacional como terroristas, como Hamás, que atacó constantemente a Israel, que raptó a un soldado israelí en suelo de Israel, ni tampoco toman en cuenta la diferencia entre asistir a la población de Gaza cuando su gobierno lo retiene y no da información alguna sobre su paradero ni el estado de salud en que se encuentra, que sea comprobable por la Cruz Roja Internacional.

Lo mismo ahora cuando está en Israel la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, exigiendo a Israel todo tipo de facilidades para que Gaza exporte e importe, tenga posibilidades de trabajar y desarrollarse normalmente y para que apure el trato para la liberación del soldado israelí Guilad Shalit. Y uno se pregunta: ¿a cambio de qué? ¿Qué es lo que esta dama tan ejecutiva exige a Hamás a cambio?

Hasta los padres de Shalit le recordaron que también debía exigirle a Hamás que pusiera su parte para llegar a un acuerdo sobre el canje de su hijo. Señal que ella estaba actuando también con parcialidad con respecto a este asunto.

Parece que todos se olvidan que Israel hace años que se retiró de Gaza recibiendo en cambio misiles, permanentes intentos de atentados y asesinato de sus soldados, pero Israel todavía debe dar más, mientras Gaza y su gobierno siguen recibiendo ayuda internacional como si fueran inocentes de todo lo que pasa allí. Ellos son inimputables, entonces es Israel el que debe recibir las bofetadas.

Por otra parte, todos esos intelectuales y científicos que se atreven a juzgar lo que hace un estado en guerra con sus vecinos, parecen recién llegados de Marte. Aún los que tienen acuerdos de paz, le exigen solucionar el problema de la región -como Jordania- o permiten que se infiltren a través de su frontera los escurridizos
inmigrantes ilegales -como Egipto- que llegan por miles a Israel. Por eso Israel tendrá que hacer una valla para impedir que entren a su territorio simplemente porque no le es posible incorporarlos a su pequeño país.

¿Qué harían sus países en la misma situación de Israel? ¿De verdad saben qué está ocurriendo allí o lo saben y estar en contra de Israel responde a su ideología, porque Israel sigue siendo el pequeño Satán tan odiado por la progresía europea? ¿O porque estar contra Israel y el sionismo que lo hizo posible esconde su inveterado y muy escondido antisemitismo?

Y mejor no hablar de que cada israelí en el exterior no sólo no representa a su gobierno sino que a veces está en contra de su política, como lo explica el artículo recomendado de Umberto Eco citado abajo, que corrobora su parcialidad cuando castigan a INDIVIDUOS por lo que hace su gobierno.

Porque no son los intelectuales los que pueden juzgar qué es lo que debe hacer un estado para sobrevivir, de ninguna manera. Los intelectuales saben lo suyo, lo mismo que los dirigentes políticos saben qué deben hacer para actuar en beneficio de su gente y para lo que fueron votados.

Este boicot a Israel y sus intelectuales no tiene perdón, basta oírlos argumentar para darse cuenta que no saben de qué hablan, ni conocen en profundidad el problema. Ninguno soportaría un test de todo lo que ha hecho Israel por tener alguna paz con sus vecinos, ni los atentados que sufrió, ni la responsabilidad que ha tenido en todos los esfuerzos que se frustraron por la intransigencia palestina que aún subsiste. Son ignorantes pero rápidos para actuar como todos los que no saben, pero tienen prensa.

Ningún país lo soportaría mansamente y, de hecho, Israel va a seguir haciendo lo que debe, receptor de un encono de más de 2000 años, que todavía obnubila el intelecto y la conciencia.

ANA

Artículo recomendado:


PLURAL JAI-ECO-LA CULTURA DE UN PAÍS-15/07/10

FUENTE: DIARIO CLARÍN-07/07/10

2 comentarios:

  1. Ana:
    ¡Extraordinario tu trabajo! ¡Gracias gracias gracias!

    Muy bueno el artículo de Eco, pero me extraña el desconocimiento histórico que revela su última frase.

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  2. Marion, casi no recibo comentarios, el tuyo vale por mil y te lo agradezco muchísimo, me da energías para seguir trabajando.

    Dice Eco en su última frase:

    "Este principio es particularmente importante en el mundo literario, donde la solidaridad global entre académicos, artistas y escritores siempre ha sido una forma de defender los derechos humanos a través de todas las fronteras."

    Eco es también un intelectual y tiene una actitud corporativa cuando define con tanta generosidad a sus pares. Dos íconos intelectuales contemporáneos como Sartre, defendiendo a un genocida como Stalin, o Saramago, para quien en el conflicto de Medio Oriente Israel es el lado negativo y la dirigencia palestina, el positivo, contradice la afirmación de Eco.

    ¿Qué derechos humanos defendieron ambos? Ellos respondieron a su posición política, Sartre no tuvo en cuenta los MILLONES que asesinó Stalin y Saramago ni se acordó de los derechos humanos del pueblo palestino y del pueblo judío. Y lo quiero enfatizar, de AMBOS PUEBLOS, porque él también condena a la alienación al pueblo palestino cuando defiende la guerra contra Israel que no ganarán. Podrán alterar su vida cotidiana y todo su futuro, pero no lo vencerán.

    Israel fundamentalmente quiere paz con reconocimiento y fronteras seguras, ellos lo quieren TODO, como si hubieran ganado ALGUNA de las guerras que emprendieron. Y este "progresista" mundo, intelectual, académico, político y más que nada parcial e injusto, quiere que Israel deje de ser el país de los judíos. Que todo lo que piden los palestinos les sea dado como si Israel, con la fuerza, el talento y el trabajo que puso para construir la patria que le fue devuelta por los organismos internacionales, la fuera a regalar después de haberla defendido con sangre, mucha, la de sus jóvenes que desde el principio tuvieron que empuñar un arma cuando debían estar estudiando y trabajando.

    No, los intelectuales como cualquier otro grupo tienen posiciones políticas que hace que se olviden de los derechos humanos. Pero vivimos en un mundo donde tener o no a un Eco, un intelectual de peso, con prensa a favor, es de gran ayuda para Israel, aunque no siempre revelen una verdad tan obvia, como que las posiciones políticas están por encima de los derechos humanos.

    Un afectuoso saludo.

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