domingo, 1 de mayo de 2011

820 - LA RELIGIÓN COMO EXCUSA


CUANDO DIOS, ALÁ Y JEHOVÁ SE PONEN LOS CORTOS Y TRANSPIRAN CON SUS FIELES

La religión en el deporte

La Iglesia Maradoniana es, tal vez, la manifestación más cabal de lo que son capaces de hacer los hinchas por sus dioses paganos. Pero también los deportistas acumulan historias de entrega y reconocimiento a sus propias deidades. Desde la reconversión de Cassius Clay en Muhammad Ali hasta las últimas dedicatorias de Teófilo Gutiérrez, vaya aquí un repaso de anécdotas y vivencias, entre las que no faltan amenazas, rezos y ofrendas.

Por MARCELO RODRÍGUEZ



Encomendados. Una imagen del último Mundial de Clubes: los jugadores del TP Mazembe de República Democrática del Congo, rezando antes de un partido. Fueron los primeros africanos en llegar a la final.

“Vale diez palos verdes, se llama Maradona…” El dios del fútbol, el que inspiró la creación de una iglesia con su nombre y que ya cuenta con 80 mil seguidores, alguna vez tuve una canción en la que se hacía referencia a su valor de mercado. Por entonces, Diego Maradona jugaba en Boca y la cifra era un platal. Hasta acá, folclore puro. El verdadero entrecruce de Dios y una cotización semejante la protagonizó Carlos Roa, el hombre que dejó de jugar al fútbol en 1999 (luego volvió) por sus creencias adventistas. Cuando el ex arquero de Racing estaba en el Mallorca de España, el Manchester United le hizo una oferta irresistible. Cualquiera en su lugar hubiese aceptado. Cualquiera que que tuviera los pies en la tierra y no la cabeza en el cielo. Sus compañeros en el equipo mallorquín le cuestionaron la decisión. Roa, simplemente, les contestó:

—Dios vale más que diez millones de dólares.

El deporte está repleto de historias vinculadas con las creencias, los rezos y cambios de hábitos. Atletas de Cristo, una tenista condenada por el Islam a raíz de su vestimenta y el emblemático caso del reconvertido Muhammad Alí son ejemplos que componen una escenografía atravesada por lo celestial. Los episodios prometen repetirse en los próximos Juegos Olímpicos. Resulta que Londres 2012 se desarrollará en pleno Ramadán y un tercio de los deportistas que competirán en la capital inglesa pertenecen al Islam. A más de un año de la gran cita deportiva mundial, el que ya elevó la voz es Massapud Shadjareh, presidente de la Comisión Islámica de Derechos Humanos con sede en Londres: “Hay falta de conciencia y sensibilidad”. Y cuestionó: “¿Por qué no se hacen los Juegos en Navidad, la festividad cristiana?”.

En el nombre de... Los sacrificios religiosos que hacen los protagonistas del deporte no hacen distingos entre Alá, Dios, Jehová o Adonai. Hakkem Olajuwon, el mítico ex basquetbolista de Houston Rockets, aseguraba que sus planillas de juego mejoraban durante el Ramadán. Sin embargo, reconocía: “Aunque si jugábamos de noche, el estómago me rugía”. No hay exclusividades en los esfuerzos. Cuando era entrenador del Benetton Treviso de básquet, el israelí David Blatt, que profesaba la fe judía, no dirigió a su equipo en un partido de la Supercopa de Italia por respetar Yom Kipur, el Día del Perdón judío.

En Argentina, el que dejó “todo en manos de Dios” fue Mario Bevilacqua, de Talleres de Córdoba. El Pastor, como lo apodaban, se consideraba un “mensajero de Jesús”, desde que en 1984 se recuperó de una escoliosis de columna que lo tuvo a punto de abandonar el fútbol, cuando recién arrancaba su carrera profesional. En la actualidad, uno de los más fervientes católicos del fútbol argentino tiene pasaporte colombiano. Teófilo Gutiérrez, el delantero de moda que juega en Racing, tiene una frase de cabecera: “No es cuando uno quiere, es cuando Dios quiere”. Cuando convirtió su primer gol en el fútbol argentino, se levantó la camiseta y mostró una remera con la leyenda “Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos”. Después vaticinó que su actuación y el triunfo de la Academia (2-1 a San Lorenzo) eran “el principio de muchas bendiciones”.

En tanto Erik Lamela, la figura de River, promociona por internet la iglesia evangélica a la que asiste una vez por semana, con el mensaje: “Hola, soy Erik Lamela, hace siete meses que vengo y mi vida cambió. Cuando vengo me voy con mucha paz y mucha tranquilidad. Aprendés a perdonar”. Amén.

Las Cruzadas escocesas. El clásico entre Glasgow Rangers y Celtic está impregnado de religión. Los de camiseta azul se identifican con los católicos; los de verde y blanco, con los protestantes. Cuatro episodios bien pueden reflejar la dimensión entre Dios y la pelota.

Uno: en un recordado choque, el inglés Paul Gascoigne festejó un gol simulando tocar una flauta, como lo hacía la anticatólica Orden de Orange. La provocación le valió ser amenazado de muerte.

Dos: Gabriel Amato jugó entre 1998 y 2000 para el club de los protestantes, que en Escocia representa al 70 por ciento de los hinchas. En su debut, el argentino cometió el pecado de santiguarse y esa foto apareció, luego, en todos los diarios del país británico. “Después me explicaron que no se podía hacer”, le contó el ex delantero de River y Boca a El Gráfico.

Tres: en la actual UEFA Champions League, Manchester United visitó al Glasgow Rangers. Chicharito Hernández siempre reza antes de los partidos. Sin embargo, tuvo que hacer una concesión. Por pedido del escocés Alex Ferguson, el futbolista mexicano no practicó su ritual para evitar herir susceptibilidades.

Cuatro: hasta 1989, ningún católico podía jugar en el Rangers. La regla se rompió con la llegada de Maurice Johnston, en uno de los acontecimientos que más controversia generó en el fútbol escocés.

Match point. Pasó una vez que el estadounidense Andy Roddick renunció a defender el título conseguido la temporada anterior en Dubai. Fue en 2009, en protesta porque los Emiratos Arabes habían prohibido la participación de la tenista israelí Shahar Peer. La decisión del por entonces número seis del mundo fue una clara toma de postura sobre el conflicto religioso que atraviesa a Medio Oriente.

El otro caso emblemático es el de Sania Mirza. Nacida en Bombay, su minifalda en los courts escandalizó al Islam. “Cada vez que juego en la India hay algún problema. Por eso, lo mejor es que no juegue esta vez”, se justificó en febrero de 2009. En ese momento, el ex capitán del equipo indio de Copa Davis, Naresh Kumar, calificó la actitud de una de las defensoras de la mujer musulmana como “altamente inmadura”.

¿Cómo se llama? Era el campeón de los pesados, cuando ése cinturón tenía la chapa de distinguir al rey de todos, peso por peso. Ningún otro boxeador era tan famoso como él. En 1964, luego de una pelea por el título ante Sonny Liston, Cassius Clay dejó de llamarse así. Al día siguiente del combate pidió que lo nombraran Cassius X; se había convertido al islamismo. Luego, en marzo de aquel año, eligió llamarse Muhammad Alí, en homenaje al líder de la Nación del Islam Elijah Muhammad. Nnock out al documento.

Silas, el mejor Atleta de Cristo.

El entrañable Paulo Silas, aquel de los golazos a Boca y River, el que que inmortalizó la frase “gol de River (sin sonido doble R), Francescoli” mientras escuchaba por radio la transmisión que podía sellar la suerte de San Lorenzo en el Apertura ’94, es, además, uno de los más destacadas miembros de Los Atletas de Cristo. En aquel momento, el hondureño Eduardo Bennett y Leonel Gancedo, entre otros, eran futbolistas que también formaban parte de la organización.

En la actualidad, Kaká y Radamel Falcao son dos de los más famosos integrantes. Al madridista y al hombre del Porto se los puede observar en dirección al cielo, cada vez que convierten un gol.

La ONG cristiana internacional nació en Brasil el 4 de febrero de 1984. Su auge fue en 1998, en pleno Mundial de Francia. Silas explicaba: “Estamos en casi todos los países. En Brasil, en cada equipo hay por lo menos cinco atletas de Cristo”. En aquel Mundial, el scratch contaba con cinco integrantes de la iglesia que bautizó al fútbol: Taffarell, César Sampaio, Denilson, Bebeto y Rivaldo.

FUENTE: PERFIL-CUANDO DIOS, ALÁ Y JEHOVÁ-24/04/11

COMENTARIO:

Todas las religiones deben ser respetadas, pero creo que deben ser creencias personales, íntimas, que cuando se hacen públicas separan a los creyentes de diferentes religiones.

Cuando se hace política, que es una actividad en busca de adherentes, es natural que cada uno exprese sus preferencias y trate de conseguirlos. Una fe, algo sagrado, provoca enfrentamientos entre iguales como seres humanos con derecho a practicar la religión que han elegido.

Normalmente todos creen que la suya es la verdadera y actúan según su doctrina, pero no deja de ser una creencia y no todos tienen que compartir la misma. Desde tiempos inmemoriales las guerras fueron más producto de las religiones que de cualquier otra cosa, hasta hoy donde en su nombre se libran por razones económicas y territoriales.

Por otra parte, es tan razonable que los países cristianos no hagan competencias deportivas durante las fiestas religiosas como lo es que los musumanes no las hagan durante las suyas, ésta me parece una crítica injusta.

En resumen, es hora que cada cual guarde su religión en el ámbito de su propio corazón para que este mundo deje de tener, por lo menos, esa excusa a fin de evitar las guerras.

ANA

4 comentarios:

  1. Jesucristo no es una religión.

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  2. "Jesucristo no es una religión" es una verdad a medias. El hombre tenía un nombre hebreo (Yeshúa)que fue traducido al griego, luego al latín y finalmente quedó "Jesús" en castellano. Lo de "Cristo" es la traducción de "Mashíaj" (Ungido)al griego. Jesucristo significa pues, Yeshúa el Ungido, o el Salvador. El concepto "Jesucristo" ya es una manifestación religiosa. Jesús de Nazareth no lo es.

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  3. Lo que se trata de destacar es otro sentido.La religión(vulgata latina), hace más enfasis al judaísmo (eso si es religión).

    "Jesucristo" ó "CristoJesus" no es una manifestación religiosa pues así parece más enfático y majestuoso.

    El ungido te escucha con frases idiomaticas semíticas o en castellano.

    Esas "transferencias" de traduccion hacen que filosofos y teólogos se den por el coco (cabeza)y terminen en debates estériles. Al final Jesucristo no es una religión.

    atm

    Anonimo 15:36

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  4. Gracias a los dos anónimos (¡qué bueno poner un nombre para saber si es o no la misma persona!) y a Evelyn que tiene también una interpretación.

    No conozco las religiones, ni siquiera la que fue mía, sólo tengo el concepto que Jesucristo era un hombre bueno y fue crucificado.

    Moraleja: Ser bueno no garantiza poder sobrevivir en este mundo, además hay que saber defenderse.

    Saludos a ambos.

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