domingo, 25 de octubre de 2009

461 - HISTORIA - LA GUERRA DEL ISLAM CONTRA OCCIDENTE


LA GUERRA MÁS LARGA DE LA HISTORIA

ISLAM CONTRA OCCIDENTE

Por DAVID MANDEL, MI ENFOQUE, ISRAEL

Los graves atentados terroristas en Ingushetia, Afghanistan e Irak, reviven un conflicto en ciernes. Historia de un conflicto de larga data.


La guerra entre Islam y el Occidente (lo que en siglos anteriores se llamaba el Cristianismo) es la más larga de la historia. Comenzó, cuando murió Mahoma en el año 632 y dura hasta nuestros días. Es una sucesión de ataques y contraataques, de invasiones y rechazos, de conquistas y liberaciones, de triunfos y derrotas, una guerra en la cual ambas partes intercambian periódicamente sus roles de agresor y defensor.

Los sucesores del profeta guerrero Mahoma siguieron su ejemplo y su inspiración y, en menos de cien años, conquistaron e islamizaron, por la fuerza de las armas, todo el Medio Oriente, Persia, el norte de África, y partes de la India, creando un enorme imperio que se extendía desde el Océano Atlántico en el oeste hasta Asia Central en el este.

En el año 711 los árabes conquistaron la península ibérica. Su expansión al norte de Europa fue detenida por los francos en la batalla de Poitiers (también llamada batalla de Tours) en el año 732. En el extremo este de Europa Constantinopla sirvió de barrera al avance islámico durante varios siglos.

Los éxitos militares del Islam estuvieron acompañados de un gran avance cultural. En el siglo 10 el califato de Córdoba era el país más progresista y sofisticado de Europa, Córdoba era la ciudad más grande del continente y su universidad era la mejor de Europa.

En el curso de los siguientes siglos el mundo cristiano reaccionó. Los españoles iniciaron la Reconquista, un proceso que duró 800 años y culminó en 1492 con la conquista de Granada, el último reino musulmán que quedaba en la península.

Durante dos siglos, desde la Primera Cruzada en el año 1095 hasta la caída del enclave cristiano en Acre (el Acco de hoy) en 1291, los europeos cristianos trataron de recuperar Jerusalén y la Tierra Santa, y detener el avance de los turcos musulmanes que amenazaban a Constantinopla. Inicialmente tuvieron éxito y lograron crear estados cristianos en el Medio Oriente, pero finalmente fueron derrotados, y los sobrevivientes masacrados o esclavizados.

El siguiente round favoreció a los musulmanes. En el año 1453 los otomanos conquistaron Constantinopla, dando fin al milenario imperio bizantino. Los otomanos continuaron su expansión hacia el oeste de Europa, pero fueron detenidos al fracasar su sitio de Viena en el año 1529. En 1683 volvieron a sitiar Viena, nuevamente sin éxito, y tuvieron que replegarse.

Durante los siguientes siglos el predominio pasó a Europa. Los europeos convirtieron a los territorios árabes y a otras partes del mundo de población islámica, (desde el norte de África hasta la frontera con China, incluyendo lo que hoy es Afganistán, Pakistán, India, Bangla Desh, Sri Lanka, Indonesia, Singapur y Malasia), en colonias. El imperio otomano se debilitó y, a consecuencia de su derrota en la Primera Guerra Mundial, fue desmembrado. Gran parte de los territorios del difunto imperio quedaron bajo el control de Francia y Gran Bretaña hasta que, décadas más tarde, se crearon en ellos estados independientes que nunca habían existido en la historia, tales como Jordania, Irak y el Líbano.

El plato se ha volteado nuevamente desde hace algunas décadas. La iniciativa hoy está en manos de los musulmanes, como lo demuestra la actual invasión islámica de Europa, (esta vez, no con ejércitos, sino basada en la inmigración descontrolada y en el índice de fertilidad de las mujeres musulmanas, mucho más alta que el de las no musulmanas), y la ambición de la República Islámica de Irán de convertirse en potencia mundial.

(Los árabes e islámicos no aceptan la existencia de Israel en el Medio Oriente por considerarlo una avanzada de Europa en territorio islámico, una colonia europea, una reencarnación del reino de los cruzados. Las guerras de Israel contra Hizballah, organización libanesa islámica, en el año 2006, y contra Hamás, organización palestina islámica, han sido simples escaramuzas en la guerra aún no declarada de la República Islámica de Irán, país auspiciador y financista de ambas organizaciones, contra el Mundo Occidental).

En el año 1961 los gobiernos de Alemania, (país que sufría de escasez de mano de obra), y de Turquía (país que sufría de alto porcentaje de desempleo) firmaron un acuerdo de trabajo, por el cual se autorizaba la entrada temporal de trabajadores turcos a Alemania. Alemania posteriormente autorizó que sus familias se les unieran. Así los trabajadores temporales se convirtieron en residentes permanentes, y hoy constituyen una comunidad de más de dos millones de personas.

Francia y Gran Bretaña están siendo hoy "colonizadas" por inmigrantes de sus ex-colonias. Francia, por argelinos, marroquíes, tunecinos y africanos de otros países. Gran Bretaña, por oriundos de Pakistán y Bangla Desh. Se calcula que entre el 8% y el 10% de la población de Francia es islámica, y hay ciudades como Marsella, donde la proporción es mucho mayor, 25%. En Gran Bretaña el porcentaje de población musulmana es menor, pero en Londres constituye el 17% de la población.

Las grandes ciudades de Europa tienen un alto porcentaje de musulmanes. Ámsterdam tiene 24%. Bruselas, 20% (hay quienes calculan 33%), Estocolmo, 20%.

Tres veces el Islam trató de conquistar Europa por la fuerza de las armas. La primera intentona fue derrotada en Francia en el año 732. La segunda y tercera vez fracasaron en Viena, en 1529 y 1683.

Hoy el Islam está tratando por cuarta vez de tomar Europa, esta vez con una nueva estrategia, incruenta (aunque no siempre, ya que extremistas islámicos han realizado actos de terror y asesinatos en Nueva York, Londres, Ámsterdam y Madrid) pero más efectiva e insidiosa que los métodos anteriores.

Una investigadora judía-egipcia, hoy residente en Suiza, Bat Yeor, publicó un libro en el año 2005, Eurabia: el eje euro-árabe, donde revela que en diciembre de 1973, en París, se creó una organización llamada Diálogo Europeo-Árabe (DEA), un forum de la Comunidad Europea y la Liga de los Estados Árabes, para promover, según los europeos, la cooperación económica, o para coordinar la política, según el lado árabe.

La DEA auspició, según la autora, una conferencia en la Universidad de Venecia, en 1977, donde representantes de 14 universidades de países árabes, junto con 19 arabistas de universidades europeas, acordaron alentar la inmigración musulmana a Europa.

Bat Yeor está convencida (y el renombrado islamista Bernard Lewis opina igual) que Europa está perdida. El aumento progresivo de la población musulmana es irreversible, y sus exigencias se incrementarán proporcionalmente hasta lograr islamizar el continente, lo cual puede suceder en el curso de la segunda mitad de este siglo. Y ese será el final de la guerra más larga de la historia.

¿O, tal vez, en algún futuro, habrá un intento de "reconquista" por parte de los sobrevivientes del Mundo Occidental?

COMENTARIO:

Una larga lucha de conquistas y reconquistas de la que poco sabemos pero que estamos empezando a comprender. Y me parece que el enfrentamiento no se da como antiguamente, entre ejércitos, sino entre culturas y religiones. La apertura de occidente hacia el mundo islámico no tiene reciprocidad, este es el punto donde se debe estar alerta.

La actitud permisiva de occidente, el concepto de relativismo cultural, el respeto hacia otras culturas, el autodesprecio por la propia cuando el cristianismo no es tan fuerte como en el pasado frente a un islam hábil para hacer adeptos, pero inflexible con quienes lo objetan o quieren abandonarlo, es la clave del desenlace de esta larga guerra.

No es tan difícil darse cuenta que mientras Occidente hizo grandes esfuerzos para progresar y lo logró, los países islámicos hacen exactamente lo contrario, su esfuerzo está destinado a permanecer en el pasado, en sus usos y costumbres, y con la religión como motor de su vida.

Basta verlos para saber lo que sería Occidente si permitiera que su cultura fuera derrotada desde "adentro". Allí es donde hay que dar la batalla y convencerse que aceptar el relativismo cultural es el comienzo del fin. Y la solución no es tan difícil, la reciprocidad debe ser la exigencia de Occidente y esa debería ser la primera respuesta para ganar la guerra entre civilización y barbarie.

ANA


FUENTE:
COMUNIDADES - Nº 466

2 comentarios:

  1. david mandel es un fenómeno, me encanta. No se pierdan su recopilación de "enfoques" "tiempo de llorar, tiempo de reir. crónica de israel." felicidades x el blog ana.
    javier

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  2. ¡Gracias Javier! Buscaré lo que me recomendás. Cordiales saludos :)

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