EL RÉGIMEN ES LA ENFERMEDAD DE IRÁN; LAS ARMAS NUCLEARES SON SÓLO UN SÍNTOMA
Por Jonah Goldberg
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
El Premio Nóbel de la Paz ha renovado su prestigio en mi libro. No, no porque Barack lo ganó por los logros que se determinarán más adelante. Tiene un brillo nuevo porque Shirin Ebadi con gran riesgo personal, de hecho se declaró a favor de que haya cambios en su Irán nativo.
Ebadi, quien ganó el Premio de la Paz hace seis años (bajo las viejas normas por las cuales se esperaba que los beneficiarios hicieran algo para ganar el premio antes de recibirlo), es la más importante abogada de derechos humanos de Irán. En una entrevista con los editores del Washington Post, Ebadi "sugirió que la naturaleza del régimen de Irán es más crucial para la seguridad de Estados Unidos que cualquier trato específico sobre energía nuclear."
Su argumento es precisamente el mismo que hicieron por años los así llamados neo-conservadores. El problema con Irán es su régimen; su programa nuclear es sólo un síntoma de ese problema.
Cuando se acuesta a la noche ¿usted se queda despierto preocupado por las armas nucleares de Gran Bretaña? ¿Y por las de Francia? ¿Y las de Israel? Por supuesto que no, porque las democracias estables, en general, y los aliados democráticos estables, en particular, no son una amenaza.
Si su vecino es un ciudadano recto y responsable, ¿a quien le importa si tiene un arma? Si su vecino es un completo chiflado y criminal, usted seguramente se preocuparía si la tuviera. Los vecinos armados no son un problema, los peligrosos sí lo son. La misma lógica se aplica a las naciones.
"Imagine si el actual gobierno le prometiera detener mañana su programa nuclear." Ebadi le dijo al Post. "¿Confiaría en que este gobierno no comenzaría otro programa nuclear secreto en alguna otra parte?"
Es un argumento profundo y fundamental. Nosotros obtuvimos muchas de esas promesas de los norcoreanos. Ellas no tienen valor. Las promesas de regímenes opresores no deben ser más confiables que las que podrían venir de Tony Soprano. Si un gobierno está dispuesto a traicionar diariamente a su propia gente, ¿que puede hacer pensar que él no traicionará a sus adversarios geopolíticos?
Un Irán democrático, dice Ebadi, probablemente no desarrollaría un programa nuclear. El pueblo iraní teme las sanciones más que lo que las temen los corruptos gobernantes del país, aislados económicamente. Por otra parte, el régimen iraní necesita las armas nucleares para su propia supervivencia. Al pueblo iraní le podría gustar el prestigio de ser un miembro del club nuclear, pero no está ansioso por pagar ningún precio para unirse a él. Lo que es más importante, el pueblo iraní no está interesado en preservar al actual régimen, como se demostró en las históricas protestas de este verano.
Pero inclusive si Irán se convirtiera en una potencia nuclear, ¿a quién realmente le importaría siempre y cuando esta dirigencia chiflada, mesiánica y totalitaria se hubiera ido? Un régimen democrático, estable, preocupado por la normalidad y el crecimiento económico puede no ser perfecto, pero ¿qué tipo de gobierno preferiría usted que estuviera a cargo de armas nucleares?
La democracia no es necesariamente una panacea. Los palestinos de Gaza tuvieron elecciones y llevaron a Hamás al poder. Pero los iraníes no son gazacíes. Y mientras América es despreciada por la mayoría de las naciones de la región, Estados Unidos es realmente popular entre los iraníes.
Ebadi no quiere que América derroque al régimen iraní de la forma en que lo hizo con Saddam Hussein. O, si lo hiciera, ella es lo suficientemente inteligente como para no decirlo directamente, dado que su familia está bajo la constante vigilancia de las autoridades iraníes. Lo que ella quiere es que América tenga claras sus prioridades. Irán, que ha estado patrocinando el terror durante 30 años, es una amenaza porque el régimen iraní es una amenaza. Cambie el régimen y la amenaza disminuirá o desaparecerá instantáneamente. Nosotros tuvimos una oportunidad de oro para acelerar el cambio de régimen en junio, pero Obama la ignoró.
Enamorado de la idea que el "compromiso" con el mal produce bien, y convencido que un régimen no democrático y brutal es el legítimo representante del pueblo iraní, Obama fue lento en reconocer la autoridad moral del movimiento democrático. Para el momento en que dijo lo que debía haber dicho al principio, estaba claro que su calificado y reticente apoyo a los manifestantes ya era débil. El régimen iraní reconoció que tenía manos libres para asesinar e intimidar a su propia gente a fin de consolidar su poder después de haber robado la elección. Éste fue un triste momento para el líder del mundo libre. "El Sr. Obama extendió la mano de amistad a un hombre que tenía sangre en las suyas." Ebadi dijo al Post. "Él puede, por lo menos, evitar estrecharle la mano de amistad."
Hay rumores -hasta ahora no confirmados- que el Líder Supremo de Irán, el Ayatollah Khamenei, está muerto o en coma, Si fuera cierto, el vacío de poder resultante podría dar a Obama la oportunidad para hacer más. Es decir, si está interesado en ganarse un premio de la paz, no sólo conseguirlo.
FUENTE: JWR - Regime Is Iran's Disease - 16/10/09
COMENTARIO:
Creo que ningún gobierno que tiene en la doctrina de su religión/ideología, como el islam, el mandato de dominar al mundo, debe tener acceso a armas nucleares. Lo estamos viendo ahora en Pakistán, tiene amas nucleares y los talibán quieren llegar a ellas, un peligro real.
Lo ideal sería que nadie las tuviera, pero lamentablemente no es posible detener la evolución de la tecnología, como tampoco se puede volver atrás. Hay una conciencia entre las grandes potencias para intentar detener la carrera armamentística, pero el desarme es una utopía, ¿Quién empieza y cómo se controla? La situación se agrava con los países teocráticos, porque el mandato de dominio es divino y teniéndolas estarían en condiciones de extorsionar al mundo.
La estabilidad de un país siempre estará en juego si aparece un delirante que ama más la muerte que la vida, esos son los verdaderamente peligrosos. Los que creen que la verdadera vida es la que habrá después de la muerte y alcancen el poder político. Y no es imposible que aparezca en algún momento de la historia quien lidere religiosamente a su pueblo con esa idea.
Todo debería hacerse para impedirlo, sin espacio para la duda.
El Premio Nóbel de la Paz ha renovado su prestigio en mi libro. No, no porque Barack lo ganó por los logros que se determinarán más adelante. Tiene un brillo nuevo porque Shirin Ebadi con gran riesgo personal, de hecho se declaró a favor de que haya cambios en su Irán nativo.
Ebadi, quien ganó el Premio de la Paz hace seis años (bajo las viejas normas por las cuales se esperaba que los beneficiarios hicieran algo para ganar el premio antes de recibirlo), es la más importante abogada de derechos humanos de Irán. En una entrevista con los editores del Washington Post, Ebadi "sugirió que la naturaleza del régimen de Irán es más crucial para la seguridad de Estados Unidos que cualquier trato específico sobre energía nuclear."
Su argumento es precisamente el mismo que hicieron por años los así llamados neo-conservadores. El problema con Irán es su régimen; su programa nuclear es sólo un síntoma de ese problema.
Cuando se acuesta a la noche ¿usted se queda despierto preocupado por las armas nucleares de Gran Bretaña? ¿Y por las de Francia? ¿Y las de Israel? Por supuesto que no, porque las democracias estables, en general, y los aliados democráticos estables, en particular, no son una amenaza.
Si su vecino es un ciudadano recto y responsable, ¿a quien le importa si tiene un arma? Si su vecino es un completo chiflado y criminal, usted seguramente se preocuparía si la tuviera. Los vecinos armados no son un problema, los peligrosos sí lo son. La misma lógica se aplica a las naciones.
"Imagine si el actual gobierno le prometiera detener mañana su programa nuclear." Ebadi le dijo al Post. "¿Confiaría en que este gobierno no comenzaría otro programa nuclear secreto en alguna otra parte?"
Es un argumento profundo y fundamental. Nosotros obtuvimos muchas de esas promesas de los norcoreanos. Ellas no tienen valor. Las promesas de regímenes opresores no deben ser más confiables que las que podrían venir de Tony Soprano. Si un gobierno está dispuesto a traicionar diariamente a su propia gente, ¿que puede hacer pensar que él no traicionará a sus adversarios geopolíticos?
Un Irán democrático, dice Ebadi, probablemente no desarrollaría un programa nuclear. El pueblo iraní teme las sanciones más que lo que las temen los corruptos gobernantes del país, aislados económicamente. Por otra parte, el régimen iraní necesita las armas nucleares para su propia supervivencia. Al pueblo iraní le podría gustar el prestigio de ser un miembro del club nuclear, pero no está ansioso por pagar ningún precio para unirse a él. Lo que es más importante, el pueblo iraní no está interesado en preservar al actual régimen, como se demostró en las históricas protestas de este verano.
Pero inclusive si Irán se convirtiera en una potencia nuclear, ¿a quién realmente le importaría siempre y cuando esta dirigencia chiflada, mesiánica y totalitaria se hubiera ido? Un régimen democrático, estable, preocupado por la normalidad y el crecimiento económico puede no ser perfecto, pero ¿qué tipo de gobierno preferiría usted que estuviera a cargo de armas nucleares?
La democracia no es necesariamente una panacea. Los palestinos de Gaza tuvieron elecciones y llevaron a Hamás al poder. Pero los iraníes no son gazacíes. Y mientras América es despreciada por la mayoría de las naciones de la región, Estados Unidos es realmente popular entre los iraníes.
Ebadi no quiere que América derroque al régimen iraní de la forma en que lo hizo con Saddam Hussein. O, si lo hiciera, ella es lo suficientemente inteligente como para no decirlo directamente, dado que su familia está bajo la constante vigilancia de las autoridades iraníes. Lo que ella quiere es que América tenga claras sus prioridades. Irán, que ha estado patrocinando el terror durante 30 años, es una amenaza porque el régimen iraní es una amenaza. Cambie el régimen y la amenaza disminuirá o desaparecerá instantáneamente. Nosotros tuvimos una oportunidad de oro para acelerar el cambio de régimen en junio, pero Obama la ignoró.
Enamorado de la idea que el "compromiso" con el mal produce bien, y convencido que un régimen no democrático y brutal es el legítimo representante del pueblo iraní, Obama fue lento en reconocer la autoridad moral del movimiento democrático. Para el momento en que dijo lo que debía haber dicho al principio, estaba claro que su calificado y reticente apoyo a los manifestantes ya era débil. El régimen iraní reconoció que tenía manos libres para asesinar e intimidar a su propia gente a fin de consolidar su poder después de haber robado la elección. Éste fue un triste momento para el líder del mundo libre. "El Sr. Obama extendió la mano de amistad a un hombre que tenía sangre en las suyas." Ebadi dijo al Post. "Él puede, por lo menos, evitar estrecharle la mano de amistad."
Hay rumores -hasta ahora no confirmados- que el Líder Supremo de Irán, el Ayatollah Khamenei, está muerto o en coma, Si fuera cierto, el vacío de poder resultante podría dar a Obama la oportunidad para hacer más. Es decir, si está interesado en ganarse un premio de la paz, no sólo conseguirlo.
FUENTE: JWR - Regime Is Iran's Disease - 16/10/09
COMENTARIO:
Creo que ningún gobierno que tiene en la doctrina de su religión/ideología, como el islam, el mandato de dominar al mundo, debe tener acceso a armas nucleares. Lo estamos viendo ahora en Pakistán, tiene amas nucleares y los talibán quieren llegar a ellas, un peligro real.
Lo ideal sería que nadie las tuviera, pero lamentablemente no es posible detener la evolución de la tecnología, como tampoco se puede volver atrás. Hay una conciencia entre las grandes potencias para intentar detener la carrera armamentística, pero el desarme es una utopía, ¿Quién empieza y cómo se controla? La situación se agrava con los países teocráticos, porque el mandato de dominio es divino y teniéndolas estarían en condiciones de extorsionar al mundo.
La estabilidad de un país siempre estará en juego si aparece un delirante que ama más la muerte que la vida, esos son los verdaderamente peligrosos. Los que creen que la verdadera vida es la que habrá después de la muerte y alcancen el poder político. Y no es imposible que aparezca en algún momento de la historia quien lidere religiosamente a su pueblo con esa idea.
Todo debería hacerse para impedirlo, sin espacio para la duda.
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