DESEAN VIVIR EN ISRAEL
Muchos palestinos sienten que ni Fatah ni Hamas han hecho lo suficiente para aliviar su sufrimiento. Muchos líderes de Fatah que robaron miles de millones de dólares de las donaciones internacionales. Hamas, por otra parte, prefiere gastar millones de dólares en la compra [y contrabando] de grandes cantidades de armas.
Por KHALED ABU TOAMEH
Muchos palestinos en la Margen Occidental y la Franja de Gaza tienen un sueño: trabajar o vivir en Israel. Algunos, incluso, dicen que están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero para obtener la ciudadanía israelí. Otros pagan un montón de dinero a traficantes palestinos y judíos que los ayudan a eludir los puestos de control para entrar en Israel en busca de trabajo y una buena vida. Estos no son palestinos que se odian a sí mismos. Tampoco son "traidores proisraelíes" que apoyan al movimiento sionista.
Muchos palestinos sienten que ni Fatah ni Hamas han hecho lo suficiente para aliviar su sufrimiento. Muchos líderes de Fatah que robaron miles de millones de dólares de las donaciones internacionales destinadas a los palestinos, han invertido sus fortunas en hoteles, centros turísticos y empresas de bienes raíces en occidente. Hamas, por otra parte, prefiere gastar millones de dólares en la compra [y contrabando] de grandes cantidades de armas, incluyendo cohetes y municiones.
Es una vergüenza para los dictadores árabes y musulmanes, especialmente aquellos que ganan miles de millones de dólares por la venta de petróleo, que sus representados tengan que buscar trabajo y refugio en Israel y Occidente. También es una vergüenza para Fatah y Hamas, el que miles de palestinos no puedan encontrar empleo o una buena vida en los dos estados palestinos en la Margen Occidental y la Franja de Gaza.
Los regímenes árabes e islámicos están gastando miles de millones de dólares en la construcción de nuevas mezquitas y madrasas, mientras que casi la mitad de su población es analfabeta y vive bajo la línea de pobreza. Los graduados universitarios en esos países se ven obligados a buscar trabajo en occidente debido a las malas condiciones de trabajo y la falta de oportunidades.
La ausencia de un buen gobierno, de transparencia, de rendición de cuentas y de democracia, en estos países, está llevando a los árabes y musulmanes a buscar trabajo y una vida mejor, no sólo en América del Norte y Europa, sino incluso en lugares como Israel.
Un árabe rico prefiere gastar millones de dólares en un zoológico privado que en la construcción de un hospital o una universidad. ¿Por qué habría de hacerlo, cuando él y los miembros de su familia podrían viajar en cualquier momento que deseen para recibir tratamiento médico en la Clínica Mayo o estudiar en la Universidad de Harvard?
En muchos sentidos, estos palestinos no son diferentes de los inmigrantes africanos que tratan de infiltrarse en Israel, todos los días, a través de Egipto. Los inmigrantes proceden de Sudán, Etiopía, Eritrea, Nigeria y otros países africanos.
Al igual que los palestinos, los africanos están dispuestos a pagar un montón de dinero para entrar a Israel. Los traficantes egipcios cobran hasta 1.000 dólares por cada inmigrante.
Pero para los inmigrantes africanos, el viaje es también muy peligroso. En los últimos tres años, guardias fronterizos egipcios les han disparado y matado a decenas de hombres y mujeres africanos que intentaban cruzar la frontera con Israel.
La semana pasada un hombre sudanés de 23 años de edad, fue baleado fatalmente por las tropas egipcias, mientras trataba de entrar en Israel. Otros cuatro buscadores de asilo fueron detenidos.
Mientras que los egipcios están matando a los inmigrantes africanos, Israel les está proporcionando, a los afortunados que consiguen cruzar la frontera, con puestos de trabajo, así como también servicios médicos y sociales.
Es cierto, Israel no es 100% perfecto. Pero un africano musulmán o cristiano, sigue prefiriendo a Israel que a países como Egipto, Jordania, Siria, Arabia Saudita e Irán. Como explicó un "refugiado" de Darfur, Sudán, que ahora vive en Tel Aviv: "Me siento más seguro en el estado judío que en Sudán o en cualquier país árabe o islámico".
Para muchos palestinos, es más fácil encontrar un trabajo en Israel y Canadá que en cualquier país árabe o islámico, la mayoría de los cuales les imponen estrictas restricciones para viajar y trabajar. Los palestinos no pueden entrar a la mayoría de los países árabes e islámicos sin una visa.
Se puede entender por qué un palestino necesita un visado para ingresar a EE.UU. o a cualquier país europeo. Pero ¿por qué necesita un palestino una visa para visitar a sus parientes en Siria, Líbano y Egipto?
Muchos palestinos de la Margen Occidental que visitan países árabes, frecuentemente se encuentran arrojados en centros de detención durante semanas, meses y años, sin juicio. Cientos, si no miles, de palestinos se cree que languidecen en cárceles por todo el mundo árabe, especialmente en Siria y Egipto.
Fuente: RADIO JAI-TOAMEH-VIVIR-01/08/10 / Guysen News
COMENTARIO:
Este artículo describe una realidad dolorosa pero que ayuda a comprender la circunstancia del pueblo palestino. No tiene una salida fácil a su situación, lo han defraudado y le han mentido. ¿Cómo no va a darse cuenta cuando compara lo que le cuesta sobrevivir en territorios palestinos y cómo viven sus dirigentes?
Los adultos deben aceptar que a sus hijos les enseñen la patraña de que los israelíes son malvados y sus terroristas héroes, pero ellos trabajaron en el pasado en Israel y esas no son sus vivencias cuando compartían una relación normal. Luego comenzaron los atentados que los separó y obligó a Israel a controlar sus pasos, eso fue lo que consiguieron para ellos sus dirigentes.
Ni hablar del resto de los ilegales que intentan llegar a Israel atravesando desiertos, cuando hay tanto territorio donde podrían desarrollarse en lugar de arriesgar la vida para poder sobrevivir. Y muchos la pierden, muchos.
Sin embargo, la esperanza está en pie, la foto que publica Radio Jai lo dice todo, la ternura, la amistad posible, la inocencia de los niños que ayudará a superar los desencuentros de los grandes. Miro sus manos relajadas, sus deditos, la mirada del niño palestino que dice: "acéptame", y la mirada del niño israelí que dice: "si, quiero y puedo amarte".
No todo está perdido, abrazarse es el ejemplo para que sus padres también aprendan a hacerlo.
El autor es musulmán y palestino, pero su decisión de decir lo que piensa es un desafío, es uno de los tantos valientes que se atreven a ser "políticamente incorrectos" en un ambiente donde serlo pone en grave riesgo su vida.
Israel ha dejado de ser la "tierra prometida" sólo para los judíos, eso es lo que está ocurriendo, aunque un mundo malinformado todavía no lo sepa.
ANA
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