UNA PAZ DE DOS ESTADOS NO ES EL OBJETIVO ÁRABE
Por JEFF JACOBY (*)
MUSULMANES - ISLAM - SUMISIÓN
COMENTARIO:
Esta breve reseña de todas las oportunidades en que se ofreció un estado a los árabes palestinos, nos permite reflexionar por qué se sigue fracasando en concretar ese objetivo.
Y me parece que si fuéramos capaces de ver el conflicto, no entre dos pueblos, sino entre una ideología que pretende imponer su religión al mundo y un pueblo que ya tiene la suya y que no está dispuesto a ser echado ni sometido, nos sería más fácil comprenderlo. Si así fuera, "TODO EL MUNDO" que clama por un estado palestino vería el problema de una forma completamente diferente.
Porque lo que está ocurriendo en esa región no es ni más ni menos que lo que sucederá a corto plazo en "TODO EL MUNDO".
Este conflicto nunca debió existir. Ocurrió porque Israel se construyó sobre un territorio largamente gobernado por un Imperio, un territorio que se dividió en varios países, todos árabes musulmanes que aceptaron encantados, menos ese pequeñísimo sector que fue ocupado por sus antiguos dueños que no eran ni árabes y por supuesto tampoco musulmanes. Por eso el conflicto no se resolvió y dudo mucho que durante muchísimo tiempo pueda solucionarse en paz.
Si "TODO EL MUNDO" mirara la situación de esta forma comprendería mucho mejor lo que está ocurriendo.
Porque los musulmanes no se adaptan a otras culturas ni se reservan su religión para sí, sino que tratan de imponer su cultura y su religión donde quiera que vayan. El islam no es sólo una religión, es una ideología política que seguirá avanzando en tanto no sea detenida por quienes no desean someterse a ese dios de los musulmanes. Y el cristianismo, cualquier otra religión, agnósticos y ateos tendrán que ENFRENTARLO si quieren ser libres de elegir la vida que más les plazca.
¿Cómo es posible que alguien elija vivir sometido? Sólo una religión puede lograrlo, y esa es el islam, pero no las otras donde el individuo tiene la libertad de elegir como vivirla a su manera. En el islam todo está pautado y los fanáticos no permiten otra cosa, eso es lo que pretenden imponerle a "TODO EL MUNDO".
Y "TODO EL MUNDO" puede ignorar esto pero no sus gobiernos que con toda seguridad tienen los expertos que los asesoran. Entonces se puede disculpar al ignorante, pero no a los estados que pretenden que sea Israel el primero en someterse al acoso de una población que no quiere paz, quiere dominar la región a cualquier precio y nunca aceptará a Israel. No lo ocultan, lo dicen claramente, no reconocen a Israel como un estado judío, no quieren un acuerdo de paz, quieren una TREGUA para fortalecerse y atacar después. Y si los gobiernos no lo quieren ver es porque los están apaciguando a costa de la primera víctima de esa ideología.
Recomiendo que miren este video subtitulado en castellano, eso es lo que ocurrirá si el islam no se aggiorna a una cultura de respeto al otro. Si los musulmanes quieren vivir su cultura en sus países nadie tiene que imponerles un cambio, él vendrá inexorablemente, mientras, Israel se defenderá como pueda y "TODO EL MUNDO" debe aprender de qué se trata antes de reclamar un imposible y callarse la boca hasta que sepan de qué se trata.
ANA
FUENTE: YOU TUBE . Muslim demographics (spanish)
TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
¿QuIén está a favor de dos estados para el conflicto árabe-israelí?
Seguro que el Presidente Obama, como lo dejó en claro al dar la bienvenida a la Casa Banca al Primer Ministro Benjamin Netanyahu, el lunes. Así lo hizo el Presidente George W. Bush cuando abogó por un estado palestino en el 2002, lo que mantuvo hasta sus últimos días en el cargo.
La plataforma nacional del Partido Demócrata respalda una solución de dos estados y también la apoya la plataforma republicana.
El Consejo de Seguridad de la ONU, por unanimidad, también reafirmó su apoyo hace unos días.
La Unión Europea también está firmemente a su favor, tan firmemente, que el jefe de política exterior de la UE, Javier Solana, alertó a Israel que sus relaciones con Europa "serán muy, muy diferentes" si Israel deja caer la propuesta de los dos estados.
El Papa Benedicto XVI pidió por un estado palestino durante su reciente visita a Tierra Santa, alineándose -por lo menos en este asunto- con los editoriales de The New York Times, The Boston Globe, The Washington Post y The Los Angeles Times. Y, en ese sentido, como lo hizo la mayoría de los israelíes. Una nueva encuesta muestra que el 58 por ciento del público israelí respalda una solución de dos estados, incluidos tres prominentes simpatizantes que precedieron a Netanyahu -los ex primeros ministros Ehud Olmert, Ariel Sharon y Ehud Barak- así como el Presidente Shimon Peres.
Parecería que el consenso es abrumador. Como Henri Guaino, un consejero senior del Presidente Nicolas Sarkozy, que expresó en su declaración a los periodistas el domingo: "Todos quieren paz. El mundo entero quiere un estado palestino."
Pero no va a suceder.
Con consenso internacional o no, la solución de dos estados es una quimera. La paz no se logrará mediante la concesión de soberanía a los palestinos, porque ella nunca ha sido el objetivo de los árabes. Una y otra vez se ha propuesto una solución de dos estados. Una y otra vez los árabes la rechazaron.
En 1936, cuando Palestina aún estaba bajo el gobierno de los británicos, una comisión real encabezada por Lord Peel fue enviada a investigar el constante empeoramiento de la violencia árabe.
Después de una detallada investigación la Comisión Peel concluyó que "un irreprimible conflicto ha surgido entre dos comunidades nacionales dentro de los estrechos límites de un pequeño país." Se recomendó una solución de dos estados, una partición del territorio en dos estados separados, uno árabe y uno judío. "La partición ofrece una última oportunidad para la paz", informó la comisión. "Ningún otro plan puede ofrecerla".
Pero los dirigentes árabes, más interesados en impedir una soberanía judía en Palestina que en lograr un estado para ellos, rechazaron el Plan de Peel sin siquiera pensarlo.
El principal líder palestino, Haj Amin al-Husseini, apoyó activamente el régimen nazi en Alemania. A cambio; Husseini escribió en sus memorias, que Hitler le prometió "manos libres para erradicar hasta el último judío de Palestina y del mundo árabe".
En 1947, se les volvió a presentar a los palestinos una propuesta de dos estados. Otra vez la desdeñaron. Lo mismo que la Comisión Peel, la ONU llegó a la conclusión que sólo la división del territorio en dos estados adyacentes, uno árabe y otro judío, podría poner fin al conflicto. El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de la ONU debatió -y por una votación de 33 a 13- aprobó la Resolución 181, dividiendo a Palestina sobre la base de su población. Si los árabes hubieran aceptado la decisión de la ONU, un estado palestino que "todo el mundo desea" tendría hoy 61 años. En cambio, la Liga Árabe se comprometió a bloquear la soberanía judía con "una guerra de exterminio y una masacre trascendental".
Una y otra vez este modelo se ha repetido. Tras su impresionante victoria en la Guerra de los Seis Días, Israel ofreció intercambiar la tierra que había ganado por una paz permanente con sus vecinos. Desde su cumbre de Khartum llegó la notable respuesta árabe: "Ninguna paz con Israel, ninguna negociación con Israel, ningún reconocimiento de Israel."
En el 2000, en Camp David, Ehud Barak ofreció a los palestinos prácticamente todo lo que decían que estaban buscando, un estado soberano con su capital en Jerusalén Este, 97 por ciento de Cisjordania, la Franja de Gaza y decenas de miles de millones de dólares en "compensación" por la difícil situación de los refugiados palestinos. Yasser Arafat rechazó la oferta e inició la más sangrienta ola de terrorismo en la historia de Israel.
Hasta la fecha, los documentos originales de Hamás y Fatah, las dos principales facciones palestinas, piden por el aniquilamiento de Israel. "Todo el mundo" puede querer la paz y un estado palestino, pero los palestinos quieren algo muy diferente. Hasta que eso no cambie, no hay una solución de dos Estados.
(*) Jeff Jacoby es columnista del Boston Globe.
FUENTE: JWR/BOSTON GLOBE
¿QuIén está a favor de dos estados para el conflicto árabe-israelí?
Seguro que el Presidente Obama, como lo dejó en claro al dar la bienvenida a la Casa Banca al Primer Ministro Benjamin Netanyahu, el lunes. Así lo hizo el Presidente George W. Bush cuando abogó por un estado palestino en el 2002, lo que mantuvo hasta sus últimos días en el cargo.
La plataforma nacional del Partido Demócrata respalda una solución de dos estados y también la apoya la plataforma republicana.
El Consejo de Seguridad de la ONU, por unanimidad, también reafirmó su apoyo hace unos días.
La Unión Europea también está firmemente a su favor, tan firmemente, que el jefe de política exterior de la UE, Javier Solana, alertó a Israel que sus relaciones con Europa "serán muy, muy diferentes" si Israel deja caer la propuesta de los dos estados.
El Papa Benedicto XVI pidió por un estado palestino durante su reciente visita a Tierra Santa, alineándose -por lo menos en este asunto- con los editoriales de The New York Times, The Boston Globe, The Washington Post y The Los Angeles Times. Y, en ese sentido, como lo hizo la mayoría de los israelíes. Una nueva encuesta muestra que el 58 por ciento del público israelí respalda una solución de dos estados, incluidos tres prominentes simpatizantes que precedieron a Netanyahu -los ex primeros ministros Ehud Olmert, Ariel Sharon y Ehud Barak- así como el Presidente Shimon Peres.
Parecería que el consenso es abrumador. Como Henri Guaino, un consejero senior del Presidente Nicolas Sarkozy, que expresó en su declaración a los periodistas el domingo: "Todos quieren paz. El mundo entero quiere un estado palestino."
Pero no va a suceder.
Con consenso internacional o no, la solución de dos estados es una quimera. La paz no se logrará mediante la concesión de soberanía a los palestinos, porque ella nunca ha sido el objetivo de los árabes. Una y otra vez se ha propuesto una solución de dos estados. Una y otra vez los árabes la rechazaron.
En 1936, cuando Palestina aún estaba bajo el gobierno de los británicos, una comisión real encabezada por Lord Peel fue enviada a investigar el constante empeoramiento de la violencia árabe.
Después de una detallada investigación la Comisión Peel concluyó que "un irreprimible conflicto ha surgido entre dos comunidades nacionales dentro de los estrechos límites de un pequeño país." Se recomendó una solución de dos estados, una partición del territorio en dos estados separados, uno árabe y uno judío. "La partición ofrece una última oportunidad para la paz", informó la comisión. "Ningún otro plan puede ofrecerla".
Pero los dirigentes árabes, más interesados en impedir una soberanía judía en Palestina que en lograr un estado para ellos, rechazaron el Plan de Peel sin siquiera pensarlo.
El principal líder palestino, Haj Amin al-Husseini, apoyó activamente el régimen nazi en Alemania. A cambio; Husseini escribió en sus memorias, que Hitler le prometió "manos libres para erradicar hasta el último judío de Palestina y del mundo árabe".
En 1947, se les volvió a presentar a los palestinos una propuesta de dos estados. Otra vez la desdeñaron. Lo mismo que la Comisión Peel, la ONU llegó a la conclusión que sólo la división del territorio en dos estados adyacentes, uno árabe y otro judío, podría poner fin al conflicto. El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de la ONU debatió -y por una votación de 33 a 13- aprobó la Resolución 181, dividiendo a Palestina sobre la base de su población. Si los árabes hubieran aceptado la decisión de la ONU, un estado palestino que "todo el mundo desea" tendría hoy 61 años. En cambio, la Liga Árabe se comprometió a bloquear la soberanía judía con "una guerra de exterminio y una masacre trascendental".
Una y otra vez este modelo se ha repetido. Tras su impresionante victoria en la Guerra de los Seis Días, Israel ofreció intercambiar la tierra que había ganado por una paz permanente con sus vecinos. Desde su cumbre de Khartum llegó la notable respuesta árabe: "Ninguna paz con Israel, ninguna negociación con Israel, ningún reconocimiento de Israel."
En el 2000, en Camp David, Ehud Barak ofreció a los palestinos prácticamente todo lo que decían que estaban buscando, un estado soberano con su capital en Jerusalén Este, 97 por ciento de Cisjordania, la Franja de Gaza y decenas de miles de millones de dólares en "compensación" por la difícil situación de los refugiados palestinos. Yasser Arafat rechazó la oferta e inició la más sangrienta ola de terrorismo en la historia de Israel.
Hasta la fecha, los documentos originales de Hamás y Fatah, las dos principales facciones palestinas, piden por el aniquilamiento de Israel. "Todo el mundo" puede querer la paz y un estado palestino, pero los palestinos quieren algo muy diferente. Hasta que eso no cambie, no hay una solución de dos Estados.
(*) Jeff Jacoby es columnista del Boston Globe.
FUENTE: JWR/BOSTON GLOBE
COMENTARIO:
Esta breve reseña de todas las oportunidades en que se ofreció un estado a los árabes palestinos, nos permite reflexionar por qué se sigue fracasando en concretar ese objetivo.
Y me parece que si fuéramos capaces de ver el conflicto, no entre dos pueblos, sino entre una ideología que pretende imponer su religión al mundo y un pueblo que ya tiene la suya y que no está dispuesto a ser echado ni sometido, nos sería más fácil comprenderlo. Si así fuera, "TODO EL MUNDO" que clama por un estado palestino vería el problema de una forma completamente diferente.
Porque lo que está ocurriendo en esa región no es ni más ni menos que lo que sucederá a corto plazo en "TODO EL MUNDO".
Este conflicto nunca debió existir. Ocurrió porque Israel se construyó sobre un territorio largamente gobernado por un Imperio, un territorio que se dividió en varios países, todos árabes musulmanes que aceptaron encantados, menos ese pequeñísimo sector que fue ocupado por sus antiguos dueños que no eran ni árabes y por supuesto tampoco musulmanes. Por eso el conflicto no se resolvió y dudo mucho que durante muchísimo tiempo pueda solucionarse en paz.
Si "TODO EL MUNDO" mirara la situación de esta forma comprendería mucho mejor lo que está ocurriendo.
Porque los musulmanes no se adaptan a otras culturas ni se reservan su religión para sí, sino que tratan de imponer su cultura y su religión donde quiera que vayan. El islam no es sólo una religión, es una ideología política que seguirá avanzando en tanto no sea detenida por quienes no desean someterse a ese dios de los musulmanes. Y el cristianismo, cualquier otra religión, agnósticos y ateos tendrán que ENFRENTARLO si quieren ser libres de elegir la vida que más les plazca.
¿Cómo es posible que alguien elija vivir sometido? Sólo una religión puede lograrlo, y esa es el islam, pero no las otras donde el individuo tiene la libertad de elegir como vivirla a su manera. En el islam todo está pautado y los fanáticos no permiten otra cosa, eso es lo que pretenden imponerle a "TODO EL MUNDO".
Y "TODO EL MUNDO" puede ignorar esto pero no sus gobiernos que con toda seguridad tienen los expertos que los asesoran. Entonces se puede disculpar al ignorante, pero no a los estados que pretenden que sea Israel el primero en someterse al acoso de una población que no quiere paz, quiere dominar la región a cualquier precio y nunca aceptará a Israel. No lo ocultan, lo dicen claramente, no reconocen a Israel como un estado judío, no quieren un acuerdo de paz, quieren una TREGUA para fortalecerse y atacar después. Y si los gobiernos no lo quieren ver es porque los están apaciguando a costa de la primera víctima de esa ideología.
Recomiendo que miren este video subtitulado en castellano, eso es lo que ocurrirá si el islam no se aggiorna a una cultura de respeto al otro. Si los musulmanes quieren vivir su cultura en sus países nadie tiene que imponerles un cambio, él vendrá inexorablemente, mientras, Israel se defenderá como pueda y "TODO EL MUNDO" debe aprender de qué se trata antes de reclamar un imposible y callarse la boca hasta que sepan de qué se trata.
ANA
FUENTE: YOU TUBE . Muslim demographics (spanish)
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