lunes, 4 de mayo de 2009

342 - LA VISITA DE NETANYAHU A OBAMA


NETANYAHU Y ESTADOS UNIDOS

Por AMI ISSEROFF



(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)

Otra mitad de la historia de Obama e Israel es Netanyahu y Estados Unidos. Al igual que Obama, Benjamin Netanyahu dio la impresión durante la elección que él tenía un plan, que sabía exactamente qué hacer.

Pero, a diferencia de Obama, a todo el mundo le pareció que la administración de Netanyahu, inmediatamente después de asumir el cargo, para bien o para mal, iba a tener un enfoque valiente y diferente para el conflicto israelí-palestino. Es indiscutible que el pequeño discurso del Ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, tuvo el impacto de un tsunami en la política exterior. Los expertos insistieron en que Israel estaba abandonando la solución de dos estados y el proceso de paz. La mayor parte de esta crítica (o elogio, según el experto) fue injusta. Lieberman enfatizó que Israel se sometería a la hoja de ruta y ofreció paz a los vecinos de Israel.

Pero más allá de la declaración de Lieberman, resulta que la administración de Netanyahu evidentemente está tan desorientada sobre la política exterior como lo está la administración de Obama. Parece que Netanyahu no tendrá todas sus ideas políticas juntas hasta junio, y le pidió a los Estados Unidos posponer el encuentro con Israel por esa razón. O sea, ¿a qué se debe tanto alboroto?

Ambos candidatos esencialmente hicieron su campaña con la política de "Voten por mi que ya veré qué haré". Netanyahu debe entender que la mayor característica de la política exterior de Estados Unidos es que tiende a ser reactiva más que proactiva. Ella está regida por grandes burocracias que compiten entre sí y son muy buenas para tirar abajo las iniciativas de una burocracia rival. Cuando Estados Unidos ha sido proactivo, como en Irak, la política resulta ser un desastre, porque fue formulada sin el suficiente conocimiento local. En Europa, Estados Unidos tiene o tenía un poco más de conocimiento local porque estaba trabajando con gente y sistemas muy parecidos a los propios. Un plan Marshall para Europa podía tener éxito. Un Plan Marshall para Gaza sería un desastre. La mala noticia es que las ideas que cualquier administración estadounidense tiene como iniciativa para Medio Oriente pueden ser desastrosas. La buena noticia es que Estados Unidos probablemente cambiará su política en respuesta a las iniciativas de otros participantes. Eso significa que el gobierno israelí debe presentarse con una iniciativa que sea aceptable tanto para los Estados Unidos como así también que sirva a sus propios intereses políticos. Hay una gran oportunidad aquí para Netanyahu e Israel, esperando ser explotada en su visita a los Estados Unidos en Junio.

La así llamada "Iniciativa de paz árabe" (*), fue diseñada precisamente de esa forma, para que sirviera a los intereses árabes y que fuera también aceptable para Estados Unidos. Es aceptable para Estados Unidos porque pone de relieve los temas que promueven la paz en Medio Oriente, lo que es de interés para él. Y sirve a los intereses árabes porque pone a Israel a la defensiva con respecto a la paz cuando promueve un "plan" que es más o menos vacío de sustancia e inaceptable para Israel.

Similarmente, la Autoridad Palestina sabiamente adoptó el slogan "Solución de dos estados" porque eso encaja con la política de Estados Unidos y puede ser -y lo ha sido- modificada para adaptarla a los intereses de los árabes palestinos, haciendo que sea una amenaza para Israel al ligarla con el "derecho al retorno" de los refugiados árabes palestinos, lo que eliminaría a Israel como estado judío.

Los funcionarios de Estados Unidos aman la "Iniciativa de paz árabe" y la "Solución de dos estados" no sólo porque parecen ser un avance de los objetivos de las políticas americanas largamente propuestos, sino porque a los árabes les gustan, y aceptar estas "políticas" es visto como una forma de ganar los corazones y las mentes de los pueblos y gobiernos árabes. No corresponde a los funcionarios israelíes explicar que las maquinaciones iraníes en Irak, el golfo Pérsico, Egipto y Líbano no dependen realmente del apoyo popular de la "Calle árabe", o que Al-Qaeda y sus seguidores tampoco se preocupan mucho acerca de los asuntos palestinos, lo que es una excusa más que una causa. Ellos necesitan darse cuenta de eso por sí mismos.

Estas grandes proclamas no son políticas. Son slogans. Un slogan puede convertirse en una política sólo si hay un detallado mecanismo para su implementación y si él se corresponde de alguna forma con la realidad. Por ejemplo, "Una patria para el pueblo judío garantizado por la ley internacional". Por otro lado, si el slogan no tiene relación con la realidad y nadie verdaderamente trata de implementarlo no tiene valor y se convierte en un mal chiste. Los ejemplos incluyen "Haga al mundo seguro para la democracia" y "Operación libertad irakí".

La "Solución de dos estados" es una significativa corrupción del slogan original, que es "Dos estados para dos pueblos". La diferencia importante es que la "Solución de dos estados" no requiere el reconocimiento de un estado judío. Ella significa después de todo, que los árabes palestinos por su total confianza en la "legitimidad internacional" aún no aceptan el derecho de autodeterminación del pueblo judío que fue reconocido implícitamente por el Mandato de la Liga de las Naciones e incorporado en la Resolución 181 de la Asamblea General de la ONU, que llamó por un estado judío y uno árabe en Palestina. Sin embargo, después de 62 años no ha habido ningún progreso en ese punto.

La primera tarea del gobierno de Netanyahu es, por lo tanto, hacer aceptable el slogan "Dos estados para dos pueblos" y la política de los Estados Unidos. La segunda tarea recalcar que el mecanismo de implementación supuestamente existe en la Hoja de Ruta del Cuarteto, que debe ser actualizado teniendo en cuenta las nuevas realidades. No habrá ningún progreso hacia la paz mientras el movimiento Hamás esté en el poder en Gaza, y mientras la Autoridad Palestina no pruebe que es capaz de gobernar y mantener la seguridad sin la intervención del IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) y hasta tanto nadie encuentre una forma de contener la influencia de Irán por medio de Hamás y la Jihad Islámica Palestina. Con seguridad ambas Organizaciones torpedearán cualquier paz inspirada por Estados Unidos. También existe un marco de acuerdo para negociar la paz y ese es el acuerdo de Oslo. El mismo fue violado permitiendo a Hamás participar en las elecciones por la insistencia de Estados Unidos y el actual impasse es el resultado de dicha violación. Las conversaciones de Anápolis fueron una tentativa de entrampar las disposiciones de la Hoja de Ruta del Cuarteto, otra vez, a insistencia de Estados Unidos. Ambas resultaron en un desastre, porque Estados Unidos no seguiría su propio plan ni lo modificaría de acuerdo con la realidad sino más bien por su ilusión que así fuera ("wishful thinking"). Depende del gobierno israelí desafiar a los americanos para mostrarles cómo los obstáculos reales pueden ser superados para una solución de dos estados. Israel debería ofrecer una moratoria para la construcción de asentamientos habitacionales a condición que la autoridad Palestina acepte hacer una declaración pública apoyando el derecho del pueblo judío a su autodeterminación en Israel.

Con respecto a la "Iniciativa de Paz Árabe", Israel puede decir que la celebra por reconocer a Israel y por hacer la paz basada en su legitimidad internacional, y que está preparado para aceptar una solución que incluya una paz sustentada en fronteras negociadas y seguras, como lo requiere la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, así como el derecho del pueblo judío a su autodeterminación, y que está preparado para encontrarse en cualquier momento con los líderes árabes para negociar tal solución.

En realidad, probablemente será un día frío en agosto en Arabia Saudita antes que alguno de los líderes árabes acepte algo de lo dicho arriba, pero es la única forma realista de lograr la paz. Ello le dará a Estados Unidos lo que él necesita que le den, progreso en el proceso de paz.

Desde 1949 los principios de paz de la diplomacia árabe no han variado. Siempre se ofrece una solución que parece "razonable" a los americanos, pero que incorpora aspectos que suman para la destrucción o desmembramiento de Israel, generalmente ellos han incluido demandas territoriales tales como cesiones de partes del Neguev y siempre han incluido la aceptación de un gran número de "refugiados" árabes palestinos. Estados Unidos siempre ha sido engañado por tales planes y pensó que ellos eran tentativas genuinas para la paz. Israel puede llevar la guerra al enemigo en este terreno simplemente anunciando que acepta la solución de dos estados para dos pueblos basado en las Propuestas "Bridging" de Clinton, condicionado a que los palestinos las acepten tal cual son y no como "una base de futuras negociaciones". Las Propuestas de Clinton del 2000 incluyen este texto:

La solución será consistente con la visión de dos estados, el Estado Palestino como la patria del pueblo palestino y el Estado de Israel como la patria del pueblo judío.
........

El acuerdo definirá la implementación de este derecho general de forma que sea consistente con la solución de dos estados. Se haría una lista de cinco posibles hogares para los refugiados:

1. El Estado de Palestina.

2. Áreas en Israel a ser transferidas a Palestina en el intercambio de tierras.

3. Rehabilitación en el país anfitrión.

4. Restablecimiento en un tercer país.

5. Admisión en Israel.

En el listado de estas opciones, el acuerdo pone en claro que el retorno al West Bank, a la Franja de Gaza y al área conseguida en el intercambio de territorio sería correcto para todos los refugiados palestinos, mientras que la rehabilitación en países anfitriones, restablecimiento en terceros países y absorción dentro de Israel dependerá de las políticas de esos países.

Es difícil para Estados Unidos y para Hillary Clinton repudiar las Propuestas de Clinton. Y también lo es para el gobierno de Abbas aprobar el texto con respecto al reconocimiento de un estado judío o la no implementación del "derecho" al "retorno" a Israel.

Netanyahu también debería entender que sería mejor no ir a Washington con una lista de peticiones extras y exigencias. Eso lo pone en la posición de un estado cliente pidiéndole favores a su patrón. Cada deseo que sea garantizado es otra cuerda que ata a Israel a Estados Unidos. La independencia es más importante que unos pocos dólares en ayuda o algunas probables concesiones políticas extranjeras sin valor.

Con respecto a Irán, Israel tiene que entender cómo ha sido el plan todo el tiempo: Estados Unidos hará precisamente lo que piensa que es conveniente, expeditivo y posible, e Israel debe preservar la opción de hacer lo que siente que es necesario hacer. Ese siempre ha sido siempre el plan de juego, no sólo para esta crisis, o para las relaciones Israel-Estados Unidos, sino en todas las relaciones entre dos estados independientes. Nunca puede funcionar de otro modo.

Como Meir Amit probó justo antes de la Guerra de los Seis Días, ponerle en claro a Estados Unidos que lo que se hará es la única forma de hacer algo que todos quieren que se haga, pero que nadie tiene el coraje de decirlo. En tanto usted pregunte, ellos dirán "No". Ninguna administración estadounidense será atrapada diciéndole a otro país que está bien ir a la guerra. Si Israel llega a la conclusión que un ataque a Irán será necesario en algún momento, debe prepararse para implementarlo independientemente de Estados Unidos, y si tiene esa capacidad, debe poner en claro qué es lo que hará y en qué circunstancia lo llevaría a cabo.

Si Israel no tiene la capacidad de atacar a Irán sin la cooperación o activa asistencia de Estados Unidos, no tiene ninguna influencia. No debería pedir favores porque no le garantizarán ninguno. A lo sumo Estados Unidos haría cualquier cosa que iba a hacer de cualquier forma pero exigiría un precio a Israel por ello. Si Estados Unidos no puede entender que Irán va a construir una bomba nuclear a menos que sea detenido, y que esa es una amenaza a Estados Unidos y a sus aliados árabes, difícilmente nada que diga o haga Benjamin Netanyahu cambiará su pensamiento.

FUENTE: MIDDLE EAST & TERRORISM

(*) Ver Post Nº 201 - noviembre 2008

COMENTARIO:

Cualquier ciudadano que haya votado alguna vez con algunas expectativas sabe que los candidatos dicen qué es lo que aspiran a hacer pero difícilmente explican la manera en que lo llevarán a cabo, si es o no factible. Es comprensible, sólo profundizando en los detalles pueden saber cómo tratarán de acercarse lo más posible a lo prometido, y rara vez lo saben todo hasta que tienen el apoyo de los equipos especializados en cada tema. De allí la importancia de los asesores y qué papel juegan en cada gobierno pero, nadie puede dudar que hay burocracia, ignorancia, mala fe e intereses creados.

En un artículo la ex Secretaria de Relaciones Exteriores de Clinton, Madeleine Albright, dijo "Quizá el islam es la religión más democrática del mundo porque no hay nadie entre usted y dios", es decir, su interpretación es que las barbaridades que estamos presenciando no tienen ninguna relación con la práctica de esa fe. Se deduce entonces que todas las otras creencias que han superado la barbarie necesitaban algún tipo de mediación para haber podido desembarazarse de tanta locura. Y viene a cuento porque cada administración elige sus asesores por muy distintos motivos, no siempre son los más capaces y mucho menos los más aptos para determinada tarea. O peor, pueden llegar a ser muy ignorantes, y muchísimo peor, pueden haber aprendido mucho y mal. Ella pone por ejemplo a Turquía, precisamente un país que pudo progresar porque es secular... ¡Y esta mujer fue Secretaria de Estado!

No sorprende entonces que alguien deba explicarle claramente a Obama la diferencia entre la "Solución de dos estados" y "Dos estados para dos pueblos", porque el significado es muy diferente. ¿Alguien le habrá dicho qué se enseña desde el Jardín de Infantes a los niños palestinos, no sólo en Gaza sino en Cisjordania? ¿Sabrá que hasta ahora, en sus últimas declaraciones, Abás se rehusó a reconocer a Israel como estado judío? Ahora Obama también se allana a establecer relaciones con Hamás, un movimiento terrorista que acosa a su aliado Israel y, lo que es mucho peor, dice que llegar a un acuerdo con Irán puede llevar bastante tiempo. Irán descorcha champagne y los árabes tiemblan.

Este artículo advierte sobre las particularidades de las administraciones americanas según se han comportado históricamente y parecería que acierta bastante, por lo menos a los ojos de un espectador no demasiado informado suena bastante real. Será cuestión de ver qué capacidad de aprendizaje tiene el nuevo presidente cuando las cosas le son explicadas por quienes conocen bien el problema y saben las consecuencias que sufrirían por los errores que se pueden cometer, simplemente, por ignorancia.

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