lunes, 4 de febrero de 2008

15. ¿HAY SOLUCIÓN PARA GAZA?


¨ENTREGAR GAZA A EGIPTO¨

Por DANIEL PIPES


Los alarmantes sucesos de Gaza destacan la necesidad de un cambio en la política occidental hacia este problemático territorio de 1,3 millones de habitantes.

La historia contemporánea de Gaza arranca en 1948, cuando las fuerzas egipcias reemplazaban el control británico de la zona y El Cairo asumía la responsabilidad del Gobierno de Toda Palestina nominal, al tiempo que gobernaba oficiosamente el territorio como protectorado. Esa ordenación finalizaba en 1967, cuando la dirección israelí asumía de manera defensiva el control de Gaza, heredando a regañadientes un territorio densamente poblado, pobre y hostil.

No obstante, durante 20 años los habitantes de Gaza consintieron en gran medida el gobierno israelí. Solamente con el inicio de la intifada en 1987 los habitantes de Gaza manifestaron sus posturas; su violencia y su precio político convencieron a los israelíes de abrir un proceso diplomático que culminaba con los acuerdos de Oslo de 1993. El Acuerdo de Gaza-Jericó de 1994 descargó la responsabilidad del territorio en el entonces Fatah de Yasser Arafat.

Esos acuerdos estaban concebidos para traer estabilidad y prosperidad a Gaza. Los hombres de negocios que llegarían relanzarían la economía. La Autoridad Palestina reprimiría a los islamistas y eliminaría a los terroristas. Yasser Arafat proclamaba que construiría allí "un Singapur", una comparación apropiada en realidad, dado que el Singapur independiente comenzaba en una situación difícil en 1965, pobre y corroído por los conflictos étnicos.

Por supuesto, Arafat no era ningún Lee Kuan Yew. Las condiciones de Gaza se deterioraron y los islamistas, lejos de ser excluidos, alcanzaron el poder; Hamas ganaba las elecciones de 2006 y en el 2007 se hacía con el control total de Gaza. La economía se contrajo. En lugar de detener el terrorismo, Fatah tomó parte en él. Los habitantes de Gaza comenzaban a lanzar proyectiles desde el otro lado de la frontera en el 2002, incrementando su frecuencia, radio de acción y mortalidad con el tiempo, haciendo eventualmente inhabitable la ciudad israelí próxima de Sderot.

Confrontando una Gaza mortífera, el gobierno israelí de Ehud Olmert decidía aislarla, esperando que las dificultades económicas movieran a los habitantes de Gaza a culpar a Hamas y revolverse en su contra. En cierta medida, la presión funcionó, dado que la popularidad de Hamas realmente se redujo. Los israelíes también llevaron a cabo incursiones contra los terroristas para detener los ataques con misiles. Aún así, los ataques continúan; de manera que el 17 de enero, los israelíes intensificaron sus medidas suspendiendo el abastecimiento de combustible y cerrando las fronteras. "En lo que a mí respecta" anunciaba Olmert, "los residentes de Gaza viajarán a pie, sin gasolina para sus coches, porque tienen un régimen criminal y terrorista que no deja vivir en paz a la gente del sur de Israel".

Eso sonaba razonable, pero la prensa denunciaba noticias desgarradoras sobre los habitantes de Gaza que sufrían y fallecían debido a los cortes de suministro que inmediatamente hundieron la posición israelí. Los llamamientos y las denuncias de todo el mundo exigían a los israelíes que aliviaran la situación.

Entonces, el 23 de enero, Hamas tomaba las riendas de la situación con una inteligente táctica sorpresa: después de meses de preparativos, volaba por los aires grandes secciones del muro fronterizo de 12 kilómetros de longitud y 13 metros de altura que separa Gaza de Egipto, logrando simultáneamente congraciarse con los habitantes de Gaza y arrastrar a El Cairo a la complicada situación. Políticamente, las autoridades egipcias no tuvieron otra opción que asumir con inquietud los 38 guardias fronterizos heridos y permitir que cientos de miles de personas accedieran temporalmente al extremo noroeste de su país.

Los israelíes se habrían metido por su cuenta en esta tesitura completamente gratuita gracias a la incompetencia, suscribiendo acuerdos malos, entregando Gaza al criminal Arafat, expulsando a sus propios ciudadanos, permitiendo elecciones prematuras, consintiendo la conquista de Hamás, y cediendo el control de la frontera occidental de Gaza.

¿Qué podrían hacer ahora los estados occidentales? La violación de la frontera, irónicamente, ofrece la oportunidad de arreglar un desastre.

Washington y las demás capitales deben declarar un fracaso el experimento de autogobierno de Gaza y presionar al Presidente de Egipto Hosni Mubarak para que colabore, proporcionando a Gaza quizás territorio adicional o incluso anexionándola como una provincia. Esto retornaría a la situación de 1948-67, excepto en que esta vez El Cairo no se ocuparía de Gaza de cualquier manera, sino que asumiría la responsabilidad.

Culturalmente esta relación es natural: los habitantes de Gaza hablan un árabe coloquial idéntico al de los egipcios del Sinaí, tienen más vínculos familiares con Egipto que con Cisjordania, y económicamente están más vinculados a Egipto (recuerde los muchos túneles de los contrabandistas). Además, Hamás se deriva de una organización egipcia, la Hermandad Musulmana. Como observa David Warren, del Ottawa Citizen, llamar "palestinos" a los habitantes de Gaza es políticamente más impreciso que exacto.

¿Por qué no formalizar la conexión egipcia? Entre otras ventajas, esto (1) acabaría con el fuego de misiles contra Israel, (2) evidenciaría la superficialidad del nacionalismo palestino, una ideología de menos de un siglo de edad, y quizá (3) rompería el callejón sin salida árabe-israelí.

Es difícil adivinar qué beneficio ha obtenido el contribuyente americano de los miles de millones de dólares que ha gastado generosamente en Egipto desde 1968; pero que Egipto absorba Gaza podría justificar seguir transfiriendo los 1.800 millones de dólares al año.

FUENTE: EL RELOJ - Lunes, 04 de febrero de 2008

COMENTARIO:

La primera pregunta es ¿quién entrega? Gaza es un territorio que en este momento no pertenece a nadie que pueda entregarlo. Si la propuesta es que esta franja sea anexada a Egipto, y que ambos gobiernos lo acuerden, sería una muy buena solución para Israel, pero un problema muy grande para Egipto. Entonces, lo primero que pienso es ¿QUÉ GOBIERNO ÁRABE QUIERE DARLE UNA SOLUCIÓN A ISRAEL? Y en segundo lugar ¿cómo Egipto va elegir hacerse cargo de semejante problema? Parecería que no es una posibilidad lógica.

No creo que toda la población de Gaza pertenezca al Hamás, aunque una mayoría lo haya votado, si pudiera volver atrás seguramente no lo votaría. Su voto fue en contra de la escandalosa corrupción de Al Fatah, aunque como siempre ocurre, su líder, Arafat, siga siendo objeto de devoción y toda la culpa se le achaque a quienes lo rodearon. Nosotros sabemos bastante de eso. Si con Al Fatah eran pobres, ahora, además de seguir siéndolo, son apaleados si no cumplen con la sharía que Hamás les impone.

¿Por qué sería un problema para Egipto? Porque, como dice Pipes, el Hamás proviene de la organización ¨los hermanos musulmanes¨, que son los que asesinaron a Sadat después de haber firmado la paz con Israel. Por ahora están controlados, pero siguen estando allí y lo único que le falta a Mubarak es sumarle más adeptos provenientes de Gaza. No creo que Egipto acepte la propuesta, ni siquiera aunque venga ¨adornada¨ con miles de millones de dólares de occidente, y tampoco creo que el gobierno de Hamás en Gaza acepte perder el poder político que tiene sobre ese territorio.

Si alguien pudiera explicar por qué occidente reúne dinero que no llega nunca a las manos de la población de Gaza y, siempre, por diversos caminos, va a parar a los fanáticos que lo usan para atacar a Israel, quizá podría vislumbrarse una solución para el conflicto que los árabes tienen con un aliado de occidente como es Israel. Mientras no se siga la pista de ese dinero y no se controle que sea empleado para la construcción de un estado pacífico, no hay solución al problema. Porque occidente no está proveyendo ayuda humanitaria a un pueblo atormentado, está armando a un grupo de fanáticos, de enemigos irrecuperables.

¿No llama la atención cómo Egipto se los sacó de encima ahora cuando fue invadido? La palabra es correcta, INVASIÓN. Hamás voló varios sectores del muro que separaba a Gaza de Egipto y sin embargo el rechazo no fue excesivamente violento, como lo hubiera hecho cualquier país que fuera INVADIDO, acordaron que los invasores se retiraran y el cerco será reconstruido.

¿Qué nos dice esto? Me parece que la primera conclusión es que hay lazos culturales, étnicos y religiosos entre ambos pueblos, como lo dice Pipes, que los inhibe de actuar como si fuera ¨otro pueblo¨ y la segunda es que Egipto no quiso hacer algo que podría haber provocado disturbios dentro de su territorio si hubiera actuado más brutalmente. Por otro lado, Hamás debe haber entendido las ¨buenas razones¨, o las MALAS, que el gobierno egipcio debe haberle trasmitido para que se retiraran pacíficamente.

¿E Israel? ¿Qué puede hacer Israel con este vecino, independientemente de lo que hagan los demás? Estar siempre preparado para defenderse hasta que se pacifique o.... vencerlo.

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