domingo, 10 de febrero de 2008

32. PLANES PARA MEDIO ORIENTE

Las esperanzas de Bush en Oriente Medio

Por DANIEL PIPES

Las políticas de George W. Bush hacía Oriente Medio y el islam tendrán bastante peso cuando los historiadores juzguen su presidencia. Con ocasión del cierre de su visita de
8 días y 6 países por Oriente Próximo y entrando en su último año en el cargo, ofrezco algunas evaluaciones provisionales.

Su aportación ha sido la disposición a romper con las posturas bipartidistas largo tiempo establecidas y adoptar políticas imponentemente novedosas, y antes del 2005 había dado a conocer su enfoque novel en cuatro áreas de importancia.

El islam radical: antes del 11 de Septiembre, las autoridades norteamericanas percibían la violencia islamista como un problema de criminalidad muy concreto. Instando a "una guerra contra el terror" en
septiembre de 2001, Bush expandía el conflicto. Especificar la fuerza exacta detrás del terrorismo marcaba el punto álgido en octubre de 2005, cuando la denominaba "fundamentalismo islámico", "jihadismo militante", e "Islamofascismo".

Guerra anticipada: la disuasión llevaba tiempo siguiendo la política predilecta contra la Unión Soviética y las demás amenazas, pero Bush añadía
en junio de 2002 una segunda política, la anticipación. La seguridad de los Estados Unidos, decía, "exigirá a todos los americanos ser previsores y resueltos, estar dispuestos a tomar medidas anticipadas cuando sea necesario para defender nuestra libertad y defender nuestras vidas". Nueve meses más tarde, esta doctrina nueva servía de cimientos para invadir Irak y eliminar a Saddam Hussein antes de que este último pudiera desarrollar armas nucleares.

Conflicto árabe-israelí: Bush evitaba la diplomacia desfasada y contraproducente del "proceso de paz" e intentaba un nuevo enfoque
en junio de 2003 estableciendo el objetivo de "dos estados, Israel y Palestina, viviendo juntos, en paz y seguridad". Además, esbozaba su visión del estatus final, especificaba un calendario, y hasta intentaba marginar a un recalcitrante líder (Yasir Arafat) y apoyar a uno entrante (Ehud Olmert).

Democracia: Criticando "60 años de naciones occidentales excusando y dando acomodo a la falta de libertad en Oriente Medio" como política que "no hizo nada por mantenernos seguros", Bush anunciaba
en noviembre de 2003 "una estrategia avanzada de libertad en Oriente Medio" mediante la cual pretendía presionar a los regímenes para que se abrieran a la participación ciudadana.

Hasta aquí la visión; ¿qué hay de la puesta en práctica?
Al final de su primer mandato, concluía que las políticas de Bush, aparte de la árabe israelí, tenían "probabilidades elevadas de funcionar". Ya no. Hoy percibo un fracaso en cada una de las 4 áreas.

La comprensión mejorada en tiempos del Islam radical por parte de Bush se ha visto invertida, hasta el extremo de que utiliza
eufemismos largos y poco elegantes para evitar referirse al problema por su nombre, confiando en formulaciones como "un grupo de extremistas que pretenden usar la religión como camino al poder y como medio de dominio".

La guerra anticipada exige convencer a los observadores de que la participación está realmente justificada, algo que la administración Bush no logró hacer. Solamente la mitad de la población y muchos menos en Oriente Próximo aceptan la necesidad de invadir Irak, creando divisiones nacionales y hostilidad externa superior a cualquier momento histórico desde la guerra de Vietnam. Entre los costes: mayor dificultad a la hora de tomar medidas preventivas frente al programa nuclear iraní.

La visión de Bush de resolver un siglo de conflicto árabe-israelí dando jabón a Mahmoud Abbás como líder de un estado palestino es ilusoria. ¿Una "Palestina" soberana junto a Israel va a disipar el odio antisionista y poner fin a la guerra a cualquier precio contra Israel? No, el perjudicial objetivo de crear "Palestina" va a movilizar más fervor por erradicar al estado judío, especialmente si se acompaña de un "derecho de retorno" palestino.

Finalmente, instar a la democracia es claramente un objetivo digno, pero cuando la fuerza popular predominante de Oriente Medio es el Islam totalitario, ¿es una idea tan genial lanzarse de cabeza sin pensar? Pero la huida hacia adelante caracterizó
el enfoque inicial de Washington, hasta que los daños de la política a los intereses norteamericanos se volvieron demasiado evidentes para ignorarse, provocando que en gran medida fuera abandonada.

En un momento en el que George W. Bush despierta una adjetivación virulenta tan intensa entre sus críticos, alguien que le quiere bien como yo le critica con reticencia. Pero criticar es una obligación; simular que todo está bien o permanecer leal a la persona a pesar de su historial hace un flaco favor. Un reconocimiento franco de los errores debe preceder a su reparación.

Respeto la benigna motivación de Bush y las buenas intenciones al tiempo que lamento que haya desperdiciado una cifra récord de aprobación de su labor de 90% tras el 11 de Septiembre y la herencia por su parte al próximo presidente de un electorado polarizado,
un ejército reticente a utilizar la fuerza contra Irán, Hamas gobernando Garza, un desastre iraquí en ciernes, el Islam radical en ascenso, y niveles de antiamericanismo global sin precedentes.

Los conservadores tienen mucho trabajo por delante para reconstruir su política de Oriente Medio.

Jerusalem Post - 17. Enero 2008

http://es.danielpipes.org/article/5450

COMENTARIO:


Es aceptable que parte del diagnóstico del gobierno de Bush para la política exterior de su gobierno fuera correcto : ¨guerra contra el terror¨ y ¨anticipación¨, pero, ¿cómo encaja esto con la determinación de obligar a lograr una paz entre dos oponentes cuando uno de ellos es terrorista y el otro es un estado democrático? Y más. ¿Cómo exportar democracia como por arte de magia a países dictatoriales con costumbres ancestrales y sin respeto por los derechos humanos durante cientos de años? Me parece que es un contrasentido y así le fue.

Es decir, lo que era legítimo para los EE.UU, atacar al enemigo y anticiparse al desastre no lo es para Israel y los árabes que lo circundan. En otras palabras, nosotros hacemos la guerra para anticiparnos a lo que puede hacernos el enemigo pero, USTEDES tienen que hacer la paz con el terrorismo. Si no lo leyera con mis propios ojos no lo creería: ¿para eso sirven los ¨think tank¨ del imperio?

Y en este comentario no quiero decir que toda guerra debe ser hecha necesariamente matando gente e invadiendo países, hay guerras que pueden ser mucho más efectivas y menos letales. ¿Quizá limitar el poder económico de esos países, cuyos dineros están en todos los bancos de Occidente y obligarlos a combatir el terrorismo que nace y crece en sus propios territorios, si quieren disponer libremente de ellos? Esa guerra es más larga y difícil, hay que buscar apoyo internacional, hay que convencer a los socios, hay que ser duro y pagar un precio como adecuarse a la falta de petróleo, investigar el camino del dinero, enemistarse con algunos amigos del estilo de Teddy Roosevelt ¨son unos HP, pero son NUESTROS HP¨. No soy un ¨think tank¨, pero a la luz de los resultados obtenidos tampoco es un orgullo serlo.

Y para completar el disparate ha decidido que la política exterior del final de su gobierno sea participar con el resto de las naciones democráticas, en el sostenimiento económico y militar de un gobierno como el de la autoridad Palestina actual, para que esté en capacidad de ¨defenderse¨ de los socios de toda su vida y que sirva para que se ¨amigue¨ con el ¨enemigo de toda su vida¨: Israel. ¿No suena una politica parcial e ilógica?

Hay cosas que están en discusión, ¿tenía armas de destrucción masiva Irak? Es posible que las tuviera y que se hubiera desprendido de ellas cuando fue investigado meticulosamente, porque nunca se encontraron. ¿Era Sadam un cruel dictador que merecía ser derrocado? Seguramente, como muchos otros que sobreviven no sólo sin que se los discuta -están representados en todos los organismos internacionales como si merecieran votar como países democráticos- sino que además se les brinda ayuda militar para que sigan siendo las brutales dictaduras que son contra sus propios pueblos. ¿Ese es el ¨otro modo¨ en que el imperio exporta democracia?

Y para concluir, ahora hay un país que amenaza, sin eufemismos, con la destrucción de un estado democrático, y que es acosado por todos los organismos internacionales porque se DEFIENDE del terrorismo, y los medios no se quedan atrás en su afán por denostarlo. Sin embargo, ahora nadie parece ver el peligro REAL que se cierne sobre todos, no sólo sobre Israel. Todo es tan confuso que jamás arriesgaría una respuesta, pero puedo hacer una pregunta: ¿Qué habría que hacer para detener esa locura?

Hay cosas que no me parecen razonables: CASI TODO.

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