viernes, 8 de febrero de 2008

24. LÍBANO: TRAGEDIA PERO FARSA



SOBRE LA SITUACIÓN EN LÍBANO por EGON FRIEDLER


Este artículo tiene alguna antigüedad, sin embargo, sigue vigente porque explica sintética y claramente lo que aún hoy está pasando. Líbano debería ser un aliado ¨natural¨ de occidente si recibiera el respaldo necesario para salvarlo de caer del ¨otro lado¨ de los países democráticos. Sigo sin entender que esto no se vea y no se haga ¨algo¨ para ayudarlo.

DESDE QUE CESÓ EL MANDATO DEL PRESIDENTE DEL LÍBANO, EMILE LAHOUD, EL 24 DE NOVIEMBRE PASADO, HUBO NUEVE VOTACIONES PARA ELEGIR A SU SUCESOR. SIN RESULTADOS. Y NO ES QUE LOS DOS GRANDES BLOQUES EN QUE SE DIVIDE EL PAÍS NO ESTÉN DE ACUERDO CON EL CANDIDATO. AMBOS RESPALDAN AL JEFE DEL EJÉRCITO MICHEL SULEIMAN. EN LO QUE NO PUEDEN CONCORDAR ES EN QUÉ CONDICIONES HABRÁ DE ASUMIR EL CARGO, YA QUE ESTO IMPLICA UN CAMBIO CONSTITUCIONAL. EL PROBLEMA ESTÁ EN LOS DETALLES.

Los países que tienen vínculos históricos con el Líbano están empezando a preocuparse. Estados Unidos envió al Subsecretario de Estado para asuntos del Medio Oriente, David Welch, a Beirut, para tratar de apurar la resolución de la crisis, mientras en Francia el presidente Nicolás Sarcozy hablando con un grupo de periodistas árabes en París dijo que había telefoneado al presidente sirio Bashar al Assad por tercera vez desde el 20 de noviembre para reclamar que influya sobre la oposición para que permita que se realice la votación para presidente.

La situación se asemeja a una farsa en la que todos los familiares están preocupadísimos por una boda que se retrasa indefinidamente mientras los novios están ocupados tirándose ollas a la cabeza. Pero los aspectos ridículos de la crisis no llegan a ocultar que hay una espada de Damocles pendiente sobre el futuro del Líbano. La situación es muy clara. Hay una minoría muy fuerte que impide gobernar a la frágil mayoría. Si esa minoría fuera una coalición de partidos libaneses al igual que la mayoría, la situación sería relativamente sencilla. Pero se trata de una fuerza política que tiene ejército privado, el "Hizbollah" pertrechado, financiado y comandado por Irán. Para complicar más aún las cosas, la minoría también está aliada a Siria, cuyo servicio de inteligencia juega desde el 2005 a los "diez indiecitos" haciendo explotar selectivamente a los políticos que no le gustan. La última víctima de esta serie de asesinatos políticos (el pasado 12 de diciembre) fue un militar, el brigadier general Francois al-Hajj, un candidato a suceder al general Suleiman, que sin duda no debe haber complacido a las autoridades de Damasco.

¿En qué medida es el Líbano un país independiente? Es una pregunta problemática. El valiente intento de recuperar la soberanía después del asesinato del Primer Ministro Rafic Hariri a comienzos del 2005 desencadenó una enérgica reacción popular que llevó al retiro de las tropas sirias. Pero si bien sus soldados se fueron, muchos agentes de Damasco se quedaron. Una investigación de las Naciones Unidas implicó en el asesinato al general Asef Shawket, jefe de la Inteligencia militar siria y cuñado del presidente de Siria, Bashar el Assad. Pero Damasco logró hasta el momento frustrar la labor del tribunal internacional que debía juzgar el caso Hariri. Y los asesinatos siguieron sin que naturalmente nadie encontrara huellas. La situación se hizo tan intimidante que unos 40 miembros de la mayoría en el Parlamento se auto-secuestraron en un hotel céntrico de Beirut para evitar ser víctimas de un atentado.

El año pasado, el Líbano se vio complicado por Hezbollah en una guerra perfectamente innecesaria con Israel, que costó 1500 bajas y enormes destrozos de infraestructura sin traer ventaja alguna para el país. A fuerza de grandes sumas de dinero para la reconstrucción, Irán evitó que sus aliados pagaran el precio político por el desastre. Pero al final no primaron ni la lógica política, ni el deseo de conservar la independencia sino el argumento decisivo de la fuerza. El estado libanés no puede tener el monopolio de las armas porque sabe que cualquier orden de desarme será desoída y que tiene todas las de perder en una nueva guerra civil.

Uno de los analistas más lúcidos de la política libanesa, Michael Young, jefe de la página editorial del "Daily Star" de Beirut, escribe en un artículo titulado "El pacto del Líbano: preludio a un post-mortem" el 19 de diciembre: "¿ Qué es lo que queda del régimen democrático confesional cuando el país prosigue su guerra civil fría? En ningún momento, en el pasado reciente, ni siquiera durante los años de conflicto, el sistema se había visto tan amenazado ni sus fundamentos eran tan frágiles. Con los sirios golpeando en la puerta, existe un peligro real de que el Líbano tal como lo conocemos desaparezca sin nada que pueda reemplazarlo."

Por si a alguien le resultara difícil entender la situación, vale la pena hacer un pequeño ejercicio de política ficción. Imaginemos que un importante partido uruguayo esté respaldado y financiado por uno o dos países extranjeros poderosos y a diferencia de otros partidos disponga de una milicia armada militarmente con mucho más poder de fuego que el ejército nacional. La soberanía nacional, en esas condiciones, sería más bien dudosa.


22-12-07 LA REPÚBLICA - INTERNACIONAL (URUGUAY)

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