DOS MALDADES CONTRA ISRAEL
Se ha escrito mucho sobre la judeofobia y nunca será suficiente, pero ella está dirigida sólo contra el judío, el islamismo fanático está en contra de todos los "infieles", incluyendo y con más ferocidad, a los judíos. Ambos se potencian en contra del Estado de Israel y entender esto es empezar a comprender cuál es el origen del problema que provocó la tragedia que estamos presenciando en Gaza.
Hay estados de mayoría islámica que también tienen a este fanatismo acechando y, aunque se lo teme, saben como controlarlo y él sabe también que no puede abusar demasiado, no habría clemencia para sus seguidores.
Si observamos donde se manifiesta más desembozada y multitudinariamente veremos que es en Europa, allí es donde la democracia occidental le permite expresar sus amenazas en contra de la cultura que lo ha acogido. En Francia queman autos, viven en barrios donde la policía no se atreve a entrar y los asesinatos por honor son tratados con cierta lenidad. En Gran Bretaña hemos visto concentraciones donde exhiben carteles que dicen "LIBERTAD: VETE AL INFIERNO", además de esgrimir espadas con las que amedrentan a la sociedad que algún día aspiran a dominar. En otros se han hecho sentir por medio de asesinatos a quien hubiera "ofendido" a su profeta o han amenazado con llevarlos a cabo, lo que ha obligado a muchos a refugiarse donde están a salvo, generalmente en Estados Unidos o escondiéndose donde pueden. Sin embargo -e increíblemente- sólo se trata de apaciguarlos, inclusive aceptando algunas de las leyes de la sharía bajo la excusa del relativismo cultural, como si la ley no debiera ser pareja para todos. En cualquier país de Europa se los mira con temor pero pocos se atreven a condenarlos.
En otros países no occidentales están haciendo pie, la lucha es más abierta y están ganando terreno adoctrinando a la gente y usando la violencia, y tienen éxito, el terror suele ser exitoso.
¿Qué pasa en Israel? Una banda de asesinos patrocinada por países que no desean un enclave no musulmán en la tierra de lo que fue Palestina mantiene una guerra abierta contra Israel, no por razones territoriales, que son las que esgrimen y que el mundo les cree, sino porque no hay lugar para "infieles" y mucho menos judíos en la tierra que sostienen es de su exclusiva propiedad. Para cualquiera que quiera ver un mapa y en este blog pueden constatarlo buscando en esa etiqueta, argumentar que la tierra que ocupa Israel es "imprescindible" para los árabes suena como un argumento pueril. En realidad ni un chico lo creería, ellos menos que nadie. En el otro extremo del pensamiento crítico están los intelectuales y entre ellos y por encima de todos, los pacifistas.
Estos pacifistas que pululan en el mundo y también en Israel -aunque usted no lo crea- piensan que con estos fanáticos hay una solución política que no se ha intentado todavía, o por lo menos no se lo ha hecho bien. Es decir, que cuando un loco toca a mi puerta o se pasea con un hacha en el medio de mi living con el propósito de matarme yo DEBO ofrecerle un acuerdo, un trato de convivencia pacífica, para decirlo de manera que los chicos -que seguramente me van a entender- me den su opinión sobre lo que ellos harían. No sé si es demasiado simple para los intelectuales pacifistas, quizá debería hacerlo más complejo para que puedan emitir una opinión.
El fanatismo islámico es un estado de locura que se ha apoderado de la gente de la región, podrán darle muchas vueltas, muchas explicaciones y buscarán argumentos para justificar que educar a sus hijos para inmolarse es un deber, pero todos sabemos que están chiflados. Lo sorprendente es que los que deberían tenerlo más claro que una criatura sobre lo que hay que hacer, insistan en que la solución es política. Ciertamente será política cuando esos descerebrados hayan sido enviados derrotados a los países que graciosamente los han provisto de dinero y armas contra Israel, sin importarles la miseria a la que han condenado a su propio pueblo.
Entonces si, el pacifismo y los acuerdos entre gente civilizada y sobre todo cuerda, tiene sentido, hasta que ese momento llegue no hay otra forma para terminar con esta situación que echar al lunático del living de mi casa, quemar su hacha y comenzar una conversación razonable y pacífica. En este proceso está Israel, el mundo pacifista, compasivo, inteligente y desinformado critica, condena y no comprende lo que hasta un chico entendería.
Ana, seguí, no pierdas la fuerza y la increíble lucides con la que escribis... tus articulos son excelentes... seguí!!!! shalom
ResponderEliminarAle: Gracias, muchas gracias, no la voy a perder, menos ahora con tu mensaje. Un abrazo, shalom!
ResponderEliminarAna,
ResponderEliminarDesde que comenzó el actual conflicto descubrí tu blog y lo vengo siguiendo bastante.
La verdad, te felicito. Al leerte, me da fuerzas saber que todo el mundo no sufre de ceguera.
El hechp de que no seas judía me sorprende también. Hay muchos no judíos a favor del esclarecimiento (no digamos de un bando o del otro) pero pocos que pongan tanto empeño y esfuerzo en difundir la verdad. Esto es lo que hacés precisamente con tu blog. Ojalá mas gente lo leyera.
Un saludo afectuoso desde Argentina.
Hola Darío: Agradezco muchísimo tu mensaje, todo cobra valor cuando no estamos solos y al acompañarme le das más sentido a mi esfuerzo, inevitable, porque cuanto más sabemos más queremos saber. Hace poco tiempo atrás ignoraba casi todo sobre la temática del pueblo judío, lo que pronto aprendí es que hay una gran injusticia cuando se lo juzga, eso es muy movilizador y quise saber por qué. Como supondrás la causa es que todavía hay mucho prejuicio, entonces lo más lógico es intentar descubrir y difundir la verdad, y este es un medio que está a mi alcance. No sé si pertenecés a la comunidad judía, yo casi no tengo contacto con ella, pero estoy llegando a la conclusión que a los judíos ya no les importa que sean comprendidos, me parece que están hartos y tienen razón. Así que somos nosotros los que debemos difundir como podamos su verdad, porque es justo que los acompañemos, en eso estoy. ¿Como decirte? Me encanta verlos alegres a pesar de todo lo que han vivido como pueblo y orgullosos de sí mismos a pesar de la incomprensión general, pero no tengo dudas que estar solos es doloroso y he descubierto que gente como yo hay a montones, gente que se ha movilizado porque la búsqueda y difusión de la verdad es un valor por el que vale la pena trabajar. Cuando recibo mensajes como el tuyo sé que voy bien, seas o no judío. Un afectuoso abrazo.
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