Occidente heredó los códigos morales del pueblo judío: honrarás a tu padre y a tu madre..... ¨Es más fácil destruir un átomo que un prejuicio¨: EINSTEIN Frase de la sabiduría Judía:"No te acerques a una cabra por delante, a un caballo por detrás y a un tonto por ningún lado" Proverbio Judío
miércoles, 28 de enero de 2009
278 - SCHVINDLERMAN EXPLICA EL HOLOCAUSTO
LAS LECCIONES DEL HOLOCAUSTO - HOY
Por JULIÁN SCHVINDLERMAN
Escritor y analista político
Si algo hemos aprendido de la Shoá es que el genocidio comienza con la destrucción intelectual de un pueblo, abriendo el camino para su destrucción física eventual. Antes de alcanzar el aniquilamiento parcial del pueblo judío, los nazis debieron primero obliterarlo en el imaginario colectivo. Antes de llevar a los judíos a las cámaras de gas, debieron persuadir a la opinión pública de que los judíos eran sub-humanos merecedores del exterminio contra ellos planeado. Primero éstos fueron destruidos en los discursos pronunciados desde los palcos, en los panfletos divulgados en las universidades, en las pancartas erigidas en las manifestaciones callejeras, en las leyes raciales; de modo que los judíos fueran completamente aniquilados idealmente como preludio a su obliteración material.
En vísperas de un nuevo aniversario del Día Internacional del Holocausto, comprobamos con horror que esta lección elemental no ha sido todavía aprendida. Durante las últimas semanas, en el contexto del conflicto en Gaza, hemos asistido a la demonización colectiva de toda una nación. El espectáculo fue surrealista. Mientras que en Brasil el Partido dos Trabalhadores calificó la represalia israelí contra el Hamas de “práctica nazi”, en Italia el sindicato Flaica-Uniti-Club pretendió resucitar las leyes raciales fascistas al instar a boicotear las tiendas comerciales pertenecientes a los judíos de Roma. Mientras que en Mar del Plata el titular del Centro Islámico aseguró que “prontamente Israel, como el Estado Nazi, desaparecerá y será solamente un mal recuerdo del pueblo árabe”, en Holanda manifestantes gritaron “gaseen a los judíos”. Mientras que un alto oficial vaticano equiparó a Gaza con “un gran campo de concentración”, manifestantes corearon en la Florida contra los judíos: “regresen a los hornos”. Es decir, a la vez que se pedía crudamente por un nuevo Holocausto contra los judíos, se los acusaba a éstos de ser nazis. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial no hemos presenciado un llamado tan explícito a liquidar judíos en las capitales del mundo libre. Que se invoque retórica nazi contra los judíos al protestar contra la política militar de Israel, país que a su vez es acusado de ser nazi al lidiar con los palestinos, es un escenario tan novel como inquietante.
El antisemitismo, camuflado de antiisraelismo, reina soberano. No es que toda crítica al estado judío sea necesariamente judeófoba. Obviamente, Israel es un estado perfectible y como tal pasible de sanción. La crítica política a Israel es válida. Pero es igualmente innegable que, muchas veces, la condena al Estado de Israel efectivamente conlleva una dosis de prejuicio antisemita. Cuando años atrás el compositor Mikis Theodorakis -creador a la vez de la música del film Zorba el Griego y del Himno Nacional Palestino- dijo que los judíos “son la raíz de todo el mal” en su supuesta condena a las políticas de Israel, advertimos que una línea ha sido cruzada. La pancarta elevada en una reciente aglomeración en Australia que exigía que se “limpie la tierra de sucios sionistas”, ¿exactamente que política israelí estaba objetando? ¿Cuál acción israelí específicamente estaban condenando aquellos que en Toulouse lanzaron un automóvil en llamas contra la sinagoga local? Resulta curioso notar que la agrupación islamista Hamas -que abiertamente cometió crímenes de guerra al atacar a civiles israelíes protegiéndose con civiles palestinos, y cuya Carta constitutiva llama abiertamente a la obliteración de un estado-miembro de la ONU- en ningún momento fue comparada con los nazis o acusada de querer cometer un genocidio. La indignación mundial y la condena desproporcionada fueron reservadas a Israel.
Esperemos que esta nueva conmemoración de los trágicos hechos de la Shoá pueda dotarnos de la perspectiva y de la sabiduría necesarias que nos permitan comprender, en el sentido más profundo posible, que lo que empieza con retórica extrema termina en acciones atroces.
* Esta nota fue enviada a un importante diario argentino que declinó publicarla.
COMENTARIO:
Parece mentira, a un pueblo que en otra época se lo calificó de sub-humano para justificar su exterminio, ahora se lo incrimina como nazi, asemejándolo a la "raza superior" para seguir persiguiéndolo. Cualquier argumento, hasta lo totalmente opuesto, sirve para manipular a la opinión pública. Sin embargo, no es tan difícil ver la trampa.
¿Eran los nazis una "raza superior" y por eso se les permitió la matanza de los "sub-humanos" judíos? Si así fuera, ¿por qué no podrían ser tolerados hoy los israelíes como lo fueron los nazis? Ninguna de estas preguntas refleja la verdad.
¿Cual es la diferencia? Que los judíos hoy pueden defenderse, ya no son víctimas inermes como en el pasado, han aprendido la lección. Entonces los judíos sólo fueron el chivo expiatorio de un pueblo al que su líder mesiánico enloqueció; los israelíes hoy pueden enfrentar la misma locura de un grupo de dirigentes que también han embrutecido a su gente.
¿En que se parece la situación? En que lo que antes se toleró en Hitler se está justificando hoy en el terrorismo islámico, aunque éste cuando ataca a Israel ofrece a su pueblo como víctima -que tampoco puede defenderse- sólo para poder acusar a Israel. En su resultado, hay una similitud entre el pueblo alemán de ayer y los judíos, con el pueblo palestino de hoy y los israelíes, todos son víctimas, aunque los israelíes están también actuando como aquel mundo que enfrentó al nazismo, si bien todavía lo hacen en soledad.
Una nueva forma de la guerra, la de esta época, la de los medios que se prestan porque el antisemitismo está vivo y la opinión pública puede seguir siendo manipulada. Están haciendo lo mismo que Hitler, han llevado a su gente a su destrucción. La realidad es que en el pasado se apaciguó a los nazis de la misma forma en que hoy se apacigua al terrorismo islámico: la historia se repite porque el antisemitismo es todavía muy fuerte y también porque se teme al agresor.
El resultado va a ser el mismo, cuando este fanatismo golpee a la puerta de todos y no sólo del pueblo judío, entonces el mundo reaccionará, ya está ocurriendo. Ya empiezan a oírse otras voces por sobre las de las masas, estas que siguen el sonido del cencerro como ovejas incapaces de pensar. Sólo hay que vencer a quien dirige a la manada, tan mesiánico hoy como el de ayer.
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Bien Ana, mensaje final elocuente y claro, la victoria será sobre los que dirigen a las masas para vencer a esas propias masas adoctrinadas maliciosamente.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Gracias por tu comentario Iojanan, los delirantes de este mundo hacen las guerras entre los pueblos inevitables. Mi afectuoso saludo de siempre.
ResponderEliminar"Uno se siente inclinado a pensar que, tras las ignominiosa caída del fascismo europeo, el medio principal de propaganda demagógica, es decir, el antisemitismo, debería haber caído en descrédito en el mundo entero, y haberse convertido en una realidad inconcebible. Pero eso, no es ni mucho menos el caso. La venenosa simiente de Hitler ha calado muy hondo y por doquier en los ánimos confusos, y resulta una experiencia desoladora ver que una estirpe humana a la que, en términos demográficos, y sin que tuviera ninguna culpa, le han sido impuestos los sacrificios más terribles durante la reciente catástrofe, aún hoy tenga que seguir llevando en Europa una vida de paria y sufrir el más amargo dolor......(¡Salvad a los judíos de Europa / Thomas Mann, 1945).
ResponderEliminarPero por fin tienen un Estado, dónde defenderse,con graves problemas, pero hoy es el lugar más seguro para ellos.
El antisemitismo, de ayer, de hoy y de siempre.
Un abrazo. Lola.-
Lola: Gracias por citar este texto. Yo me resigno a la maldad de una minoría pero no ante la cobardía de los medios que no muestran la verdad, que desinforman. Hoy los medios tienen el DEBER de esclarecer a la opinión pública, y si no lo hacen este mundo se hará pedazos, porque no se está evitando otro holocausto mayor, donde todos seremos víctimas ¿Cómo no se publicó este texto de Schvindlerman? ¿Qué excusa puede esgrimirse? Hay antisemitismo porque hay ignorancia, nada hay que racionalmente lo justifique, ser antisemita es una degradación del ser humano, hay que decirlo, hay que gritarlo hasta el cansancio. Gracias por tu presencia, afectuosos saludos.
ResponderEliminar¡Muy bueno!, nos alegramos de haber dado con este blog. Lo leeremos con más detenimiento. Saludos.
ResponderEliminarCLARA Y PEPE: ¡BIENVENIDOS! Muchas gracias por dejar este mensaje, es bueno saber que tengo nuevos amigos :-)
ResponderEliminarhola! hoy casualmente por medio de un amigo, me llegó el mismo texto... no comprendo como esta nota no fué publicada... los medios son un desastre y están vendidos... los pocos independientes q hay, están perseguidos. una pena.
ResponderEliminarsaludos
Ari
Hola Ari y bienvenido. En mi opinión no haber publicado este artículo de Schvindlerman sin necesidad de pagarlo nos da una idea de como están las cosas. Para mi es uno de los mejores analistas políticos sobre Medio Oriente y mi preferido, publicar algo de él es un lujo, de todos modos así "trabajamos" nosotros, los que nos interesa una voz desapasionada, responsable y profundamente conocedora del tema. Sus escritos llegarán de todas formas al gran público y pronto los grandes medios tendrán que pagar para publicarlo. :) Saludos.
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