lunes, 26 de enero de 2009

277 - ISRAEL EN MI CORAZÓN


A UN AÑO DE LA CREACIÓN DE ESTE BLOG


Hace un año sabía poco y nada sobre Israel y la cultura de su pueblo, ahora algo aprendí. Lo que me acercó al tema es que nunca entendí el antisemitismo, para mi es irracional e injusto atribuir cualidades y defectos a todo un pueblo porque alguno de sus miembros pueda ser criticable. Así que era natural que tal como se presentan las cosas en Medio Oriente, un país pequeñísimo con tantos enemigos alrededor, me moviera a investigar el por qué.

En este tiempo aprendí a valorarlo mucho más -siempre he sentido una simpatía especial por la gente productiva e inteligente- cuando comprobé sus éxitos en medio de una agresión constante amparada en la indiferencia de la sociedad internacional. Bastó ver en estos días cómo se movilizó cuando moría gente en Gaza pero no lo hizo cuando moría gente en Israel. Ese espectáculo lamentable fue para mi algo definitivo para convencerme que la lucha de este pueblo por ser comprendido y acompañado será todavía muy larga. Definitivamente estoy de su lado y por eso he cambiado mi imagen, lo que ven ahora es un precioso panorama de Jerusalem.

Agradezco a los miles que me han acompañado leyéndome y dejando comentarios, sin ellos habría pensado que mi esfuerzo no valía la pena y por ellos sigo adelante. Mi blog no está dirigido al pueblo judío aunque algunos pocos -benditos sean- me han manifestado afecto, que es el motor que ha guiado mi vida, me gusta que me quieran tanto como le gusta a todo el mundo. Sin embargo, me he preocupado y me he dirigido más a la gente que, como yo, se interesa por saber más sobre la problemática de un país y de un pueblo a quien nadie le ha regalado nada, todo lo que ha conseguido lo ha pagado con trabajo, creatividad y mucha sangre.

Es hora de que sepamos que ya no nos necesita, que sabe defenderse solo, pero que si lo acompañamos se sentirá mucho mejor y en eso estoy. Acompañemos.

Para quienes no lo leyeron, reproduzco el texto con el que comencé mi blog porque tiene tanta vigencia hoy, como cuando fue escrito.

ANA


2. CARTA DESDE JERUSALEM

UNA CARTA AL MUNDO DESDE JERUSALEM

por Eliezer ben Yisrael (Stanley Goldfoot)

(Traducción libre libre de ANA)

(Esta carta fue originariamente publicada en THE JERUSALEM TIMES en 1969. Aún es altamente relevante considerando la situación política actual. La carta fue reimpresa por The Israeli Center of the Orthodox Union in Torah Tidbits Nº211)

No soy una criatura de otro planeta como parece que ustedes creen. Soy un jerosolimitano que luce como ustedes, un hombre de carne y hueso. Un ciudadano de mi ciudad, una parte integral de mi pueblo.

Necesito sacar de mi pecho algunas cosas. Porque no soy un diplomático no tengo que usar eufemismos. No tengo que complacerlos, ni siquiera persuadirlos. No les debo nada. Ustedes no construyeron esta ciudad, ustedes no vivieron en ella, ni la defendieron cuando vinieron a destruirla. Y seremos maldecidos si dejamos que ustedes nos la quiten.

Hubo una Jerusalem antes que hubiera una New York. Cuando Berlín, Londres y París eran bosques y pantanos infectos había una próspera comunidad judía aquí. Le dio algo al mundo que ustedes, naciones, han rechazado inclusive desde antes que se establecieran, un código moral humano.

Aquí caminaron los profetas y sus palabras brillaron como si fueran relámpagos. Aquí, un pueblo que no quería otra cosa más que estar a solas, luchó contra olas de paganos con deseos de conquista, sangraron y murieron en las batallas, se arrojaron al fuego de su templo en llamas antes que rendirse, y cuando finalmente fueron sobrepasados en número y llevados en cautiverio, juraron que antes de olvidar a Jerusalem, preferían que sus lenguas se clavaran en su paladar y su brazo derecho se secara.

Durante dos milenios, llenos de dolor, mientras fuimos vuestros indeseados invitados, nosotros rezamos diariamente por poder regresar a esta ciudad. Tres veces al día pedíamos al Altísimo: ¨Reúnenos desde los cuatro extremos del mundo, tráenos a nuestra tierra, vuélvenos misericordiosamente a Jerusalem, La Ciudad, y crezcamos en ella como Tu prometiste¨. En cada Yom Kippur y Pesaj, fervientemente expresamos la esperanza que el próximo año nos encontrara a todos en Jerusalem.

Vuestras inquisiciones, pogromos, expulsiones, los ghetos en los que nos apiñaron, los bautismos forzosos, los sistemas de cuotas, su refinado antisemitismo, y el innombrable horror final, el holocausto, (y peor, vuestro terrorífico desinterés en él) todo eso no nos quebró. Quizá debilitó la pequeña moral que ustedes aún poseían, pero a nosotros nos fraguó en acero. ¿Piensan que pueden quebrarnos ahora después de todo por lo que hemos pasado? ¿Verdaderamente creen que después de Dachau y Auschwitz estamos asustados por vuestras amenazas, bloqueos y sanciones? Hemos estado en el infierno y volvimos, un infierno hecho por ustedes. ¿Qué más es posible que puedan tener en vuestro arsenal que sirva para asustarnos?

He visto a esta ciudad bombardeada dos veces por naciones que se llaman a sí mismas civilizadas. En 1948, mientras ustedes miraban apáticamente, vi a mujeres y niños hechos añicos después que nosotros aceptamos vuestro requerimiento de internacionalizar la ciudad. Fue una mortal combinación la que hizo el trabajo: oficiales británicos, pistoleros árabes y cañones de fabricación americana. Y después, el salvaje saqueo de la Ciudad Vieja, la carnicería, la destrucción de cada sinagoga y escuela religiosa, la profanación de cementerios judíos, la venta, por un diabólico gobierno, de lápidas para ser usadas como materiales de construcción para gallineros, cuarteles e inclusive letrinas.

Y ustedes nunca dijeron una palabra.

Ni siquiera musitaron la más leve protesta cuando los jordanos aislaron el más sagrado de nuestros lugares, el Muro Occidental, en violación de la solemne promesa que hicieron después de la guerra, una guerra que ellos mismos lanzaron, en contra de la decisión de la UN. Tampoco un sólo murmullo provino de ustedes cuando los legionarios, con sus puntiagudos cascos, abrieron fuego de cuando en cuando sobre nuestros ciudadanos desde detrás de los muros.

Vuestros corazones sangraron cuando Berlín fue cercado. Ustedes rápidamente enviaron provisiones para salvar a los gallardos berlineses. Pero no enviaron una onza de comida cuando los judíos se hambreaban en la sitiada Jerusalem. Ustedes vociferaron contra el muro que los alemanes del este construyeron en medio de la capital de Alemania, pero nadie escuchó de ustedes el más leve murmullo acerca del otro muro, el que partió el corazón de Jerusalem.

Y cuando ocurrió lo mismo 20 años después, y los árabes desataron un asalto salvaje, un bombardeo no provocado, otra vez, sobre la Ciudad Sagrada, ¿alguno de ustedes hizo algo?

La única vez que aparecieron vivos fue cuando la ciudad fue finalmente reunificada. Entonces apretaron sus manos y exaltadamente hablaron de ¨justicia¨ y de la necesidad de la cualidad ¨cristiana¨ de dar la otra mejilla.

La verdad -y lo saben profundamente en sus entrañas- ustedes preferirían que la ciudad fuera destruida antes de ser gobernada por los judíos. No importa cuán diplomáticamente ustedes lo digan, los viejos prejuicios afloran en cada palabra.

Si nuestro regreso a la ciudad enredó vuestra teología, quizá sería mejor que reexaminaran vuestros catecismos. Después de todo lo que hemos pasado, no vamos a acomodarnos pasivamente a la retorcida idea que somos nosotros los que hemos de sufrir la eterna carencia de un hogar hasta que aceptemos a vuestro salvador.

Por primera vez desde el año 70, hay ahora completa libertad religiosa para todos en Jerusalem. Por primera vez desde que los romanos pusieron una antorcha en el Templo, todos tienen los mismos derechos. (Ustedes preferirían que algunos los tuvieran más iguales que otros). Nosotros detestamos la espada, pero fueron ustedes quienes nos obligaron a levantarla. Nosotros anhelamos la paz pero no volveremos a la paz de 1948, como ustedes lo desearían.

Estamos en casa. Tiene un amoroso sonido para una nación a la que ustedes obligaron a vagar por sobre la faz del globo. No nos estamos yendo. Estamos redimiendo la promesa hecha por nuestros ancestros: Jerusalem está siendo reconstruida. ¨El año que viene¨ y el año siguiente, y después, y después, hasta el fin de los tiempos, ¡¨en Jerusalem¨!

12 comentarios:

  1. Ana,
    Reitero mis felicitaciones y valoro el tiempo y dedicación que estás invirtiendo en este blog, intentando difundir la verdad, al mismo tiempo que vos la vas descubriendo, a base de REFLEXION.

    Te recomiendo un libro excelente que trata sobre el conflicto árabe-israelí en sus perspectivas históricas. El libro se llama "Tierras por paz, tierras por guerra". El autor es Julian Schvindleman, periodista argentino e intelectual reconocido dentro de la comunidad judía. Buscalo en Internet y si lo podés conseguir, creo que puede serte de gran ayuda.

    Saludos!

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  2. Darío: Gracias otra vez por tu estímulo, como ves, no muchos dejan comentarios aunque me ha visitado mucha gente. Schvindlerman es mi analista político favorito, tengo varios artículos de él en mi blog, el post Nº 31 recomienda un sitio donde se puede leer un capítulo de "Tierras por paz, tierras por guerra", el libro está agotado desde hace mucho tiempo pero creo que lo han reeditado ahora, lo busqué pero todavía no está en las librerías. En mi post Nº 21, buscálo por etiqueta "Schvindlerman", hay un ensayo de él excelente, largo y muy esclarecedor. Creo que esta es la batalla que podemos librar nosotros, la de contar la verdad que está muy desfigurada, ningún estado habría soportado tanto para reaccionar, y hoy ya estamos otra vez lamentando lo que ocurrió y lo que puede volver a ocurrir. Y no es responsabilidad de Israel, la comunidad internacional DICE que Hamás es un movimiento terrorista, pero no HACE lo que debería para evitar la muerte de inocentes, y esa inoperancia no tiene perdón. Un abrazo.

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  3. Mazal Tov!!!
    Como ya dijimos: a veces en la mas cruel obscuridad de la soledad aparece una pequeña luz. Gracias.
    Akiva- Jerusalem Ciudad Capital.

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  4. Muchas felicidades, Ana. Este blog es un tesoro para aquellos que buscamos la reflexión y no tenemos bastante con lo que opina "la mayoría". Sigue adelante con la tarea que hace un año emprendiste.Muchos te seguimos y te apoyamos

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  5. ANA: Tu trabajo es "envidiable"; con rectitud y justicia, nos muestra, el otro lado de la noticia, o mejor aún que hay detrás de lésta; de la simple propaganda. Sigue adelante, muchos somos lo que te seguimos. Un abrazo. Lola.-

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  6. Akiva: Cada vez somos más y la verdad se está empezando a ver, la oscuridad suele ser producto de la ignorancia y el prejuicio, el conocimiento nos libera y nos hace más justos. Justicia perseguirás. Un abrazo y gracias por tu mensaje.

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  7. Mar: ¡Muchas gracias! Me siento afortunada por haber recibido tu mensaje, me seguiré esforzando para merecer un estímulo tan grande. Aquí estoy, frente a la pantalla, aparentemente sola... sólo aparentemente, tus palabras me acompañan. Quienes hayan visitado tu blog conocerán tu sensibilidad e inteligencia y el valor de tu opinión. Un abrazo.

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  8. LOLA: Gracias por verme así, las palabras que elegiste para definir mi trabajo son un regalo para mi espíritu, que me percibas así eleva mi autoestima, tu valoración me ayudará a no perder el rumbo. Un abrazo muy sentido.

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  9. Muchas felicitaciones Ana

    Te lo mereces

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  10. Gracias Andrés, vos también, que me has ayudado tanto :-)

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  11. Y quedo yo por felicitar a quien tanto nos ha enseñado con fondo y forma.
    Gracias Ana por aportar tu mesura y buen tino en un tema que desborda razones y entra en fobias.Abrazos

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  12. Iojanan, querido amigo, cuando no estás igual te siento a mi lado. Pero tus comentarios son el corolario de mi pensamiento que sé que compartís, siempre sos necesario en mi blog, como en este caso, no pudiste "cerrarlo" mejor. Me refiero a las "razones" y las "fobias", obviamente. Habrás notado que tomé de tu blog el hermosísimo panorama de Jerusalem, me enamoré de él y te lo "robé". Por mucho tiempo más de nuestra "asociación" de pensamiento e intenciones, un abrazo.

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